miércoles, 6 de mayo de 2020

El 6 de mayo de 1890, bajo la supervisión del Padre Jorge María Salvaire comenzaba la construcción de la Basílica de Nuestra Señora de Luján.



La entonces Plaza Real del paraje Lujan fue en lugar donde en 1685 se erigió la primera capilla de la zona, en 1730 se le otorgó el carácter de parroquia, esto justificó la construcción de un templo que funcionó hasta finales del siglo XIX. En el año 1887 surge la primera intención de construir una Basílica, el propio Padre Jorge María Salvaire comienza a limpiar el terreno y a buscar apoyo en la comunidad local. En Noviembre de 1889 Salvaire eleva el pedido formal al arzobispado de Buenos Aires en manos del Monseñor León Federico Aneiros quién accede a financiar una obra monumental. El proyecto y la construcción le fue encargada a un calificado grupo compuestos por los arquitectos Courtois, Moreau, Tronqoy, Sombrum, Trouve y Laspe, y los ingenieros Flamand y Ayerza. El 6 de Mayo de 1890 se comenzó la construcción con la participación activa del Arquitecto Ulrico Courtois, el Ingeniero Alfonso Flamand y el propio Padre Jorge María Salvaire. La piedra fundamental se colocó 4 metros bajo el altar mayor, hecha de una piedra blanca traida de Tandil, se trata de un cubo de 1.22 mts de lado hueco en el centro. Allí se colocaron el Acta Fundacional, retratos de varios Papas y piedras de la Gruta de Nazareth, del Monte Calvario, de las Catacumbas de Roma, de los Santuarios de Loreto, del Pilar de Zaragoza, de Montserrat, de Lourdes, de La Salette y de la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre. La excavación para las bases se aprovecharía para la construcción de una gigantesca cripta subterránea pero la cercanía del cauce del Río Lujan provocaba constantes inundaciones y desmoronamientos internos que comprometían la estructura, por ello se abandono esa idea. En 1896 se comenzaron a instalar los vitrales traídos desde Burdeos y comenzaron a instalarse las escaleras de mármol, pero el entusiasmo mermó cuando en 1899 muere el Padre Salvaire, principal propulsor de la obra. Su sucesor, el Brignardello se comprometió a mantener el ritmo de las obras, aunque debía lidiar con la parte mas compleja, la construcción de las torres. En 1904 fue inaugurada parcialmente con el trasladado de la estatuilla de Nuestra Señora de Luján desde el santuario de Juan de Lezica y Torrézuri, donde había permanecido desde 1763. A Brignardello le sucedieron el padre Davani y el padre Gimalac, quién en 1924 supervisó la inauguración del campanario. Las obras culminaron en 1935 con la colocación de una estatua del padre Jorge María Salvaire en el Crucero oeste de la Basílica. El campanario merece un párrafo aparte, esta compuesto por 15 campanas, cada una de ellas tiene un nombre, un lema y expresa una nota distinta, sus pesos oscilan entre los 55 Kg y los 3.400 Kg.

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