El 7 de Octubre de 1930, en Buenos Aires, nacía un hombre que desde su pasión sacerdotal y política abrazó el servicio a los pobres, ese día llegaba al mundo, el Padre Mugica. (EH)

Nacido con el nombre de Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, hijo de la adinerada Carmen Echagüe y Adolfo Mugica, fundador del partido conservador, diputado nacional y ministro de relaciones exteriores de Arturo Frondizi, se crió en una de las mas adineradas familias Argentinas. A los 21 años decidió abandonar la carrera de Abogacía e ingresar al Seminario Metropolitano de Buenos Aires, luego de ser ordenado presbítero fue designado vicario cooperador de la parroquia Nuestra Señora del Socorro. En 1954 comenzó a trabajar con fervor en la asistencia de familias empobrecidas desde la parroquia de Santa Rosa de Lima. A principio de los años '60 Mugica ya era asesor espiritual de la Juventud Universitaria Católica de la Facultad de Medicina y de la Juventud Estudiantil Católica del Colegio Nacional de Buenos Aires. A esta última en 1964 se unieron Carlos Gustavo Ramus y Mario Eduardo Firmenich, quienes junto a Fernando Abal Medina fundarían la célula primigenia de la organización armada Montoneros. Abiertamente Mugica se alejó de la justificación teológica de la violencia armada. Se enfrentó cara a cara con la dictadura de Ongania, a principios de 1973, ya siendo un Peronista declarado, publica el libro “Peronismo y Cristianismo” donde dedica un capítulo especial para el “rol del sacerdote”, en una misa en homenaje C.G.Ramus, su amigo montonero caído, hizo una abierta crítica a los métodos violentos, que lo enfrentó con Montoneros. El 11 de Mayo de 1974 cuando se disponía a subir a su Renault 4 luego de una misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro, fue asesinado. De inmediato se asoció a Montoneros, pero con el tiempo los indicios llevaron a determinar que fue la Alianza Anticomunista Argentina, la “Triple A” que respondía a López Rega, ya que fue baleado con una ametralladora Ingram MAC-10 propia de esa organización. La investigación judicial no llegó a ninguna conclusión por lo que el crimen quedo impune, su tumba se encuentra en la capilla Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro, cerca de quienes fueron los motores de sus acciones, los pobres.