📚 30 de octubre de 1910: Nace Miguel Hernández, el poeta campesino que escribió con sangre, tierra y verdad

Ese día en Orihuela, España, nacía Miguel Hernández Gilabert, una de las voces más profundas y desgarradoras de la poesía en lengua castellana. Criado en una familia humilde de campesinos, su talento literario floreció entre jornadas de pastoreo y lecturas furtivas. A los 15 años, su padre lo retiró del colegio para trabajar en el campo, rechazando incluso una beca ofrecida por los jesuitas. Fue entonces cuando el sacerdote Luis Almarcha comenzó a prestarle libros, y Miguel se convirtió en visitante asiduo de la biblioteca de Orihuela, donde descubrió a Cervantes, Lope de Vega, Calderón, Garcilaso y, sobre todo, Luis de Góngora, cuya estilo barroco influiría profundamente en su obra. En 1931, ganó el premio mayor de la Sociedad Artística del Orfeón Ilicitano por su poema Canto a Valencia, lo que le abrió las puertas de los círculos literarios de Madrid. Allí publicó en revistas y antologías, y en 1933 lanzó su primer libro, Perito en lunas. Su producción poética alcanzó momentos de gran intensidad con obras como Elegía, dedicada a su amigo Ramón Sijé, y más tarde con poemas de fuerte contenido social. Durante la Guerra Civil Española, se alistó en el ejército republicano y participó en las batallas de Teruel, Andalucía y Extremadura. Su poesía se volvió más comprometida, reflejando el dolor colectivo y la lucha por la dignidad. En 1939, tras la victoria franquista, su libro El hombre acecha fue censurado y destruido por una comisión depuradora. Solo dos ejemplares sobrevivieron, permitiendo su publicación en 1981. Miguel fue detenido, condenado a muerte —pena luego conmutada por prisión perpetua— y encarcelado en Toledo. Allí recibió una carta de su esposa Josefina Manresa, quien le contaba que ella y su hijo solo comían pan y cebolla. En respuesta, escribió su poema más conmovedor: Las nanas de la cebolla. En 1941 fue trasladado a la Prisión de Alicante, donde contrajo fiebre tifoidea y luego tuberculosis, que lo llevó a la muerte el 28 de marzo de 1942, con apenas 31 años. En 2011, su familia solicitó al Tribunal Supremo de España la revisión de su condena, pero fue rechazada. A pesar de ello, Miguel Hernández vive en su obra, en la memoria popular y en el reconocimiento de generaciones que lo consideran poeta del pueblo, mártir de la palabra y símbolo de resistencia. #Scroll1910 #MiguelHernándezVivo #PoesíaYResistencia #NanasDeLaCebolla #VersosConTierra #mendozantigua