El 17 de noviembre de 1917, en Meudon, Francia, fallecía Auguste Rodin, considerado el padre de la escultura moderna. Nacido en París el 12 de noviembre de 1840, en una familia humilde de origen normando, Rodin desafió los cánones académicos y revolucionó el arte tridimensional con una obra visceral, imperfecta y profundamente humana. Formado en la École Spéciale de Dessin et de Mathématiques (Petite École) tras ser rechazado por la Academia de Bellas Artes, se especializó en anatomía y expresión corporal, alejándose del ideal clásico. Su primer contacto profesional con la escultura fue como asistente de Albert-Ernest Carrier-Belleuse, creando ornamentos para la aristocracia francesa. En 1871, instalado en Bruselas, realizó La edad de bronce, inspirada en el soldado belga Auguste Neyt. La obra fue tan realista que se lo acusó de haber tomado moldes del cuerpo humano, pero el testimonio de Edgar Degas lo defendió y catapultó su fama. Rodin distinguía entre su producción “alimentaria” —esculturas decorativas que financiaban su vida y la de sus discípulos— y su obra “transgresora”, donde volcaba su visión más profunda. En esta última categoría se encuentran piezas como El pensador, El beso, Los burgueses de Calais y la monumental Puertas del infierno, inspirada en La Divina Comedia de Dante. Fue mentor de artistas como Camille Claudel, con quien mantuvo una intensa relación personal y creativa, y Antoine Bourdelle, quien continuó su legado. Rodin transformó la escultura en un arte emocional, imperfecto y moderno, rompiendo con la simetría idealizada del neoclasicismo. Murió a los 77 años, dejando un legado que aún palpita en los museos y plazas de Europa. Su obra, lejos de ser decorativa, es testimonio de la angustia, el deseo y la fuerza interior del ser humano. #Rodin1917 #EsculturaModerna #PuertasDelInfierno #ElPensador #CamilleClaudel #ArteYPasión #BronceConAlma #MeudonFinal #RodinVive #CincelandoLaModernidad #mendozantigua
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