El 20 de Noviembre de 1845, en aguas del Río Paraná se libraba la "Batalla de Vuelta de Obligado".(EH)

En 1845 Uruguay se debatía en una cruenta guerra civil, entre las facciones de los caudillos Manuel Oribe y Fructuoso Rivera. Cuando Brasil ayudó a Rivera a desplazar del poder a Oribe, este acudió por ayuda ante al entonces Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas. Con esta ayuda brindada por Rosas, oribe invadió el Uruguay y sitió la ciudad de Montevideo. El Reino Unido y Francia, alineados comercialmente con Rivera y Brasil enviaron parte de sus armadas a intervenir en el conflicto. Veintidós buques al mando del inglés Samuel Inglefield y el francés François Thomas Tréhouart navegaron río arriba por el Paraná hasta llegar a un recodo llamado "Vuelta de Obligado". Ese lugar era el mas estrecho del Río Paraná y permitía a las baterías terrestres mejor precisión de tiro. Las tropas nacionales a cargo del general Lucio Mansilla estaban al comando de Alvaro José de Alzogaray, Eduardo Brown (hijo de Guillermo Brown), Felipe Palacios y Juan Bautista Thorne. Mansilla hizo atravesar el rio por cadenas amarradas a barcazas que retrasarían a la flota para tener al menos una oportunidad de ataque. El hecho que la cercanía del enemigo los expusiera a una masacre por su superioridad de 8 a 1 en cañones y 9 a 1 en navíos, no amedrentó a las tropas nacionales. La batalla terminó con la lógica victoria invasora, pero el duro golpe que sufrió su flota le dieron un carácter épico a la batalla. El propio enemigo reconoció la gesta, ya que pese a la victoria no logró el objetivo político. San Martin en el exilio exaltó en una carta la importancia de demostrar que "Los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca". El heroísmo de los 250 muertos y los 400 heridos tiene su reconocimiento con la determinación de este 20 de Noviembre como el "Día de la soberanía". Las divisas y los emblemas Argentinos tomados en la batalla por las tropas de desembarco Francesas fueron devueltos a la Argentina en 1997 por el presidente Jacques Chirac.