Una azafata de Southwest Airlines en 1972

En 1972, Southwest Airlines estaba en una situación crítica. La aerolínea había comenzado a operar en 1971, pero enfrentaba grandes pérdidas financieras. En ese momento, la aerolínea tenía solo $143 en su cuenta bancaria, lo que no era suficiente para pagar los salarios diarios de sus empleados. Para sobrevivir, Southwest implementó la estrategia del "10-Minute Turn", que consistía en desembarcar y embarcar pasajeros en solo 10 minutos. Esto permitió a la aerolínea mantener su horario con menos aviones. Además, Southwest introdujo un programa de tarifas históricas de $13 por boleto, lo que ayudó a atraer más pasajeros y a mejorar su rentabilidad. En cuanto a la tripulación, las azafatas de Southwest eran conocidas por sus uniformes llamativos, que incluían pantalones cortos y botas de cuero, algo muy diferente a lo que se veía en otras aerolíneas de la época