Máquina Barre nieve detenida en la Estación Zanjón Amarillo. (1915) Ferrocarril Trasandino Mendoza (Argentina) - Los Andes (Chile)

Los rotarios barre nieve del Ferrocarril Trasandino fueron verdaderos héroes mecánicos en la lucha contra los inviernos implacables de la Cordillera de los Andes. Este ferrocarril, que unía Mendoza con Los Andes en Chile, enfrentaba desafíos extremos debido a las intensas nevadas que podían alcanzar hasta 10 metros de altura en algunos inviernos. Para mantener operativa la línea, se incorporaron barre nieves rotatorios, máquinas diseñadas especialmente para remover grandes volúmenes de nieve acumulada sobre las vías. Estas poderosas unidades eran esenciales para despejar los tramos más altos y peligrosos del recorrido, especialmente entre Puente del Inca y Las Cuevas, donde las avalanchas podían dejar inoperable el servicio durante días o incluso semanas. Además de los rotarios, se construyeron cobertizos protectores (conocidos como snowsheds) en los puntos más críticos. Del lado chileno, por ejemplo, se instalaron 32 de estas galerías para proteger las vías de los aludes. El uso de estos equipos no solo fue una solución técnica, sino también una muestra del ingenio y la determinación por mantener la conexión entre ambos países a través de una de las obras ferroviarias más audaces de Sudamérica. Los rotarios barrenieve comenzaron a operar alrededor de 1914, unos años después de la inauguración oficial de la línea en 1910. Ese año fue especialmente duro en términos de nevadas, y se registraron enormes dificultades para mantener la vía despejada. Fue entonces cuando se hizo evidente la necesidad de incorporar maquinaria especializada como los rotarios para enfrentar las avalanchas y acumulaciones de nieve