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jueves, 6 de julio de 2017

Juan Manuel Ferrari, el padre del Cerro de la Gloria La curiosa vida del artista que creó la obra del Cerro de la Gloria y el monumento a Fray Luis Beltrán, en la Alameda, entre tantos otros. Falleció a los 42 años.

Pasó a la inmortalidad a través de sus obras en Mendoza, que trascendieron el tiempo.
Hoy son dignas de la admiración de miles de personas que visitan nuestra provincia y que coronan un cerro que se denomina De la Gloria. Otra escultura centenaria pero de menor tamaño dedicada a la memoria de héroe Fray Luis Beltrán existe en la Alameda pero actualmente pasa desapercibida. 
Este destacado artista que esculpió ese bronce era uruguayo y se llamaba Juan Manuel Ferrari.
 Hijo del mazo y del cincel
Nació en Montevideo, República Oriental del Uruguay el 21 de mayo de 1874. Hijo del escultor italiano Juan A. Ferrari (1838-1918) quien en 1860 acompañó a Giuseppe Garibaldi en la expedición de los Mil o también llamada de los "Camisas Rojas" para la reunificación de Italia. Posteriormente, su progenitor se radicó en la capital uruguaya para destacarse como escultor en la erección del monumento en conmemoración de la independencia nacional, emplazado en la ciudad de Florida de ese país en 1879.
Mientras tanto, con la edad de 16 años Juan Manuel, inició sus estudios en las artes plásticas en Montevideo y en Buenos Aires.
En 1890 obtuvo una beca del gobierno de Uruguay para estudiar en Europa. Se radicó en Roma, donde fue discípulo de los renombrados escultores Ettore Ferrari y Ercole Rosa en el Real Instituto de Bellas Artes de aquella ciudad. Además, por aquel tiempo, fue premiado con la máxima distinción de ese instituto. Desde Italia, el joven artista envió a su país natal las primeras obras llamada "Artigas", "Pugilista romano" y el "Prometeo encadenado".  
Luego de estar seis años en Italia, volvió a América del Sur y se radicó en Montevideo en donde estableció su taller de arte. Entre sus actividades catedráticas fue el creador del curso de plástica en la Facultad de Matemáticas en donde se dedicó a la docencia por varios años. Pero su labor se extendió a la otra orilla del Río de la Plata y se radicó en Buenos Aires  en donde instaló su atelier. Allí fue galardonado con el segundo premio en el concurso organizado para erigir un monumento a la Independencia Argentina.
A mediados de 1898, fue invitado por Uruguay a participar con un boceto para la realización de un monumento a José Artigas. 
En 1914 y después de ejecutar el trabajo al Ejército de los Andes en Mendoza, Ferrari, partió hacia la capital italiana para seguir con otras especializaciones.
Regresó  un año después a su país para realizar el monumento a Garibaldi, debido al fallecimiento del escultor español Querol, ganador del respectivo concurso. Fue el último trabajo en su tierra. Entre sus labores artísticas se puede citar el  monumento a Juan Antonio Lavalleja; el de la Batalla de Las Piedras, inaugurado en la ciudad del mismo nombre en 1911. También se destacó en la creación de varios monumentos funerarios en el Cementerio Central de Montevideo.
 Hazaña monumental
Según la ley de la Nación número 6286, la comisión nacional del Centenario, acordó la erección de un monumento en la ciudad de Mendoza que conmemora  la gesta emancipadora de América del Sur por el Ejército de los Andes. 
Ante este pedido, en 1911, fue convocado para presidir esta comisión el reconocido científico Francisco P. Moreno quien fue encargado y enviado especialmente a nuestra provincia para el levantamiento de esa obra conmemorativa. A pesar de algunas diferencias de las distintas comisiones para poner la piedra fundamental en el cerro del Pilar, ésta se estableció en aquel lugar. 
Sobre una base de piedra cordillerana, se erigió un conjunto escultórico realizado en bronce cuya fundición se realizó en el entonces arsenal de guerra de la Nación. Se cree que el escultor uruguayo se basó en una de las estrofa del "Nido de cóndores", del poeta Olegario Andrade, que sirvió de musa al artista permitiéndose crear, dentro de aquel espléndido cuadro imaginativo, los grandes rasgos y finísimos detalles de aquella sublime obra.
El día 12 de febrero de 1914 ante la presencia de autoridades nacionales y provinciales quedó inaugurado el monumento.
 La obra post-mortem
Otro de los encargo que se le hizo a Ferrari  a través de Francisco P. Moreno por una iniciativa de la Sociedad Santa Cecilia fue la erección de un monumento a la memoria de Fray Luis Beltrán (1916). Repentinamente, el 31 de octubre de ese año, Juan Manuel Ferrari, falleció a la edad de 42 años.  
El escultor trabajó hasta sus últimos días para dejar lista aquel encargo que fue concluido en arcilla. Tiempo después y gracias a la intervención de Moreno, la estatua fue fundida en bronce y trasladada a nuestra provincia. El 12 de febrero de 1917 quedó inaugurada en la Alameda.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/juan-manuel-ferrari-el-padre-del-cerro-de-la-gloria

viernes, 21 de febrero de 2014

Isla del Lago del Parque General San Martín. Mendoza (foto sin fecha).




A fines del siglo XIX, luego del terremoto de 1861, Mendoza se encontraba con graves problemas sanitarios (epidemias de difteria, cólera y sarampión) y aluvionales (inundaciones). En el proceso de la construcción de la nueva ciudad, la penitenciaría había quedado ubicada dentro de los límites de la misma (en donde hoy se encuentra el Plaza Hotel), lo que también significó otro factor negativo, que necesitaba urgente solución. 

En 1895, bajo el gobierno de Moyano, Emilio Civit, Ministro de Obras y Servicios Públicos, promueve la ley número 3 para poblar el Oeste. En ella los objetivos fundamentales eran la reubicación de la Penitenciaría, la defensa aluvional a través de la forestación y la problemática sanitaria. Con este fin se contrató al médico higienista Emilio Coni, con el cargo de Director de Salubridad, quien al cabo de seis meses edita una obra sobre las posibles soluciones sanitarias.

El 6 de noviembre de 1896 se dicta la ley número 19, que es la norma de creación del Parque del Oeste. Se contrato al Paisajista francés Carlos Thays,, autor de otros importantes parques en Argentina (Parque 9 de julio, Parque Sarmiento, Jardín Botánico, Parque Nahuel Huapi) para proyectar el Parque del Oeste.
Los parques y jardines diseñados por Thays ofrecen una amplia gama de variantes en las que predominan las formas curvas y elípticas y un ordenamiento espacial dinámico, rico en perspectivas, asimetrías, con poca rigidez. En ellos se ligan de modo particular la tradición francesa y la inglesa que tan acertadamente había sintetizado la jardinería del Siglo XIX.
El 11 de noviembre de 1896 se presentan los planos del Parque, cuyos límites eran: al Este, el canal Jarillal (calle Bolougne Sur Mer); al Oeste, el canal del Oeste (el cual fue modificado para riego); al Norte, la calle Unión (actual Avda. Emilio Civit); y al Sur, el Hipódromo Andino (Hipódromo del Jockey Club, Hospital Lencinas, etc.).
El proyecto original de Thays abarcaba 329 ha. forestadas y reservaba 70 ha. adicionales para quintas (lo que confirma el propósito elitista del Parque). El Agrónomo Domingo Barrera es el responsable de ejecutar los planos de Thays, trazando caminos, emparejando y limpiando el terreno, creando viveros, delimitando sectores y acequias.
Para las tareas de forestación se debió superar un suelo pedregoso y árido y un clima continental seco (desértico) con grandes diferencias entre invierno y verano. Estas condiciones llevaron a los primeros fracasos: las plantas, colocadas inicialmente sucumbieron ante las condiciones adversas.
El riego se debía realizar, a falta de mejores posibilidades, en agua transportada en carros municipales tirados a caballo, y regar cada planta con balde
La construcción del Parque desata una polémica entre oficialistas y opositores. El gobierno sostiene que el objeto era subsanar las deficiencias sanitarias de ese momento (el efecto logrado fue la purificación atmosférica varios años más tarde), La oposición afirmaba en cambio, que semejante proyecto respondía a fines elitistas y que con una inversión menor se podían solucionar problemas sanitarios más importantes (cloacas, agua potable, acequias).
Las primeras realizaciones fueron el torreón modelo para la cárcel, pabellones del ex Hospital Emilio Civit, terrenos fiscales para el Ejército (101 ha. cedidas a la Nación) y el Tiro Federal (inaugurado en 1897)
En 1899, se instala la primera institución del parque, y es la Escuela Nacional de Vitivinicultura, hoy Liceo Militar General Espejo.
En el año 1900, durante el gobierno de Jacinto Alvarez, se realizan en forma simultánea los bosquecillos, viveros, armado del Zoológico (ubicado en el sector del actual teatro Pulgarcito), y un sector de árboles frutales para obtener recursos para su autosustento.
En 1906, durante el gobierno de Emilio Civit, se introducen reformas en los planos originales del lago artificial; se instala una vía férrea con el fin de sacar la tierra para hacer el lago artificial, y posteriormente se lo recicla para hacer paseos con gente.

En 1897, se da la concesión al Club Rivadavia, y en 1898 al Club Mendoza de Regatas. Por problemas económicos las obras se paralizan hasta la llegada del nuevo siglo.

En 1910 el parque se extiende hacia el Oeste, abarcando el Cerro del Pilar, hoy Cerro de La Gloria. La Banda de Música de la Policía de Mendoza ofrecía conciertos y desfiles todos los domingos en el Quiosco de Música que se encontraba en el predio de la calesita. El parque comienza a poblarse de estatuas con la adquisición de la Fuente de los Continentes (1911), Diana y Endimión (1911), La Agricultura (1913), Caballitos de Marly (1914).

La Sociedad de Damas de la Caridad obtiene 1ha. para la construcción del asilo de huérfanos hoy Monseñor Orzali. Este mismo año se le cede a la colectividad española un prado para realización de sus fiestas.
En 1918 se crea el Rosedal, se adquiere la estatua de La Pureza, la Fuente y las pérgolas, las figuras Lampadarias, El Niño, entre otros ornamentos.
En 1920, se construyen la Dirección de Parques y Zoológico, el edificio que ocupa hoy la Dirección de Recursos Naturales Renovables, donde inicialmente tuvo su espacio la primera radio de Mendoza "L.0.U.", la cual comienza a transmitir en 1925 a cargo de Bradley. En el año 1927 es intervenida y modificada, y el 28 de julio del mismo año inaugura oficialmente la Radio del Parque. Los jueves y domingos transmitía desde el Quiosco de Música, y los martes y jueves desde las escuelas, los días restantes, se transmitía desde la planta a partir de las 21 hs., siendo la más importante del interior del país
En 1922 se concesionan 3 ha. al Club Independiente Rivadavia y en 1923, 3 ha. más al Club Gimnasia y Esgrima, y en 1928 al Nacional Sport Club (hoy Andino Ténis Club). En 1995 se inaugura la línea de tranvía número 3 que llega hasta el parque. En 1932, se le concede al Golf Club 21.5 ha.
En 1933, se crea a el Parque Aborigen con el objeto de tener la flora regional autóctona en un mismo lugar. En 1936, se le entrega 4.000 m2 a la Nación para instalar el Observatorio Meteorológico Nacional. Se realiza la primera Fiesta de la Vendimia. Se comienza a construir el balneario provincial Playas Serranas. En 1937, se construye el nuevo embarcadero del lago.
En 1940, se emprenden nuevas reformas en el Parque, a cargo del Arq. Daniel Ramos Correas. Entre sus reformas, las más destacadas son: suprimir las balaustradas y portones peatonales que no habrían pertenecido a los portones originales, y cercas existentes a lo largo de la Avda. Boulogne Sur Mer. También se trasladó el Jardín Zoológico a la ladera Este del Cerro de la Gloria, utilizando la premisa de dar la sensación de libertad a los animales aprovechando los accidentes naturales del terreno. Como tarea complementaria se plantan 3.000 árboles forestales y frutales, y se construyen dos tanques de 250.000 lt de capacidad para asegurar el riego artificial. Se remodela el Cerro de la Gloria, se crea el Teatro Griego, el Teatro Pulgarcito, etc.
En 1947, por la Ley 1744, se impone el nombre de Parque General San Martín y se cambia el nombre de la avenida Uriburu por Del Libertador.
En 1976, se construye el Estadio Provincial Islas Malvinas, y el C.R.I.C.Y.T.
Datos:parques.mendoza.gov.ar

domingo, 2 de septiembre de 2012

(Vídeo) del Monumento Nacional al Ejército de los Andes, en el Cerro de la Gloria. Entrevista a Pedro Canepuccia (Restaurador) - Mendoza

Gentileza de Zafiro Contenidos.


El Cerro de la Gloria es un cerro cercano a la Ciudad de Mendoza.
Antiguamente denominado "Cerro del Pilar", que por decreto del poder ejecutivo se cambió a su denominación actual, el 30 de enero de 1913.
Se puede acceder a la cima por sederos peatonales (existen algunos accesos de rampas para discapacitados), o en automóvil por caminos pavimentados (diferenciados de subida y bajada) con múltiples miradores. A pocos metros del monumento hay un estacionamiento para unos 40 automóviles (micros también están permitidos). También hay un puesto policial e instalaciones sanitarias.
En una de sus laderas se encuentra el Zoológico de Mendoza. Y en sus cercanías se ubican el CRICYT, el colegio universitario Departamento de Aplicación Docente (DAD), el Liceo Agrícola y Enológico Domingo Faustino Sarmiento, y en sus límites el mundialista Estadio Malvinas Argentinas.

El Monumento

Fue inaugurado el 12 de febrero de 1914, en el 97° aniversario de la batalla de Chacabuco. se emplazó en su cima Monumento Nacional al Ejército de los Andes en conmemoración del centenario del Cruce de los Andes por el Ejército de Los Andes al mando del General José de San Martín para liberar Chile y Perú y asegurar la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata (en esa época denominación de la actual Argentina); y se mudó de nombre por el actual "Cerro de la Gloria".
Fue realizado por el escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari, de un concepto original de dos maquetas que para la propuesta final fusionó en uno (con la colaboración Francisco Moreno, integrante de la comisión nacional dispuesta para la elección final). Consta de una base de rocas de varias toneladas, y de unas grandes esculturas en bronces que se realizaron en Buenos Aires.
La imagen del Monumento al Ejército de los Andes del Cerro de la Gloria es popularmente reconocida en la Argentina ya que se encuentra impresa en el reverso de los billetes de cinco pesos ($5).

viernes, 18 de enero de 2019

Primeras imágenes del Monumento al Ejercito Libertador, Cerro de la Gloria. Principios siglo XX


Un Proyecto de Celuloide TV. El Monumento al Ejército de Los Andes, es una obra artística del escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari, se encuentra emplazado en la cima del Cerro de la Gloria, Parque General San Martín, en la ciudad argentina de Mendoza.
El Monumento se originó el 8 de octubre por el Gobierno Nacional para celebrar el centenario de la Independencia Argentina, y homenajear uno de los hecho que hizo la posible: la gesta del Cruce de los Andes por el Ejército de Los Andes al mando del General José de San Martín para liberar Chile y Perú y asegurar la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Por medio de la Ley Nacional Nº 2.270 (1888) que disponía la suma de $ 100.000 para su creación. Pero se sancionó nuevamente su creación y se nombró una comisión para su ejecución recién en febrero de 1909 a través la Ley Nacional Nº 6.286 en el marco de la celebración del centenario de la Revolución de Mayo.1 Se contrata al escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari, quién colaboró con un equipo de artistas argentinos integrado por Juan Carlos Oliva Navarro, Víctor Garino, Víctor Calistri, Víctor Guarini y Víctor Cerini, además del ingeniero José García (encargado de la fundición del metal de la estatua ecuestre de José de San Martín). Partió de un concepto original de dos maquetas que para la propuesta final fusionó en una (con la colaboración Francisco Moreno, integrante de la comisión nacional).1​
En 1911 Ferrari elige el Cerro del Pilar (como en ese entonces se denominaba al actual Cerro de la Gloria) para la ubicación de la obra, ese mismo año se coloca la piedra fundamental, base que sostiene al conjunto de esculturas, relieves y frisos. Finalmente el 12 de febrero de 1914 al conmemorarse el nonagésimo séptimo aniversario de la Batalla de Chacabuco se inaugura el monumento

domingo, 16 de octubre de 2016

El bisabuelo de Máxima fue un “constructor” mendocino Amadeo Zorreguieta tuvo un papel destacado como ministro de Obras Públicas en Mendoza: se encargó de construir el Cerro de la Gloria.

Días pasado, la reina de Holanda y embajadora ante la ONU, la argentina Máxima Zorreguieta visitó por varios días nuestro país. La joven monarca tiene un lazo muy particular con Mendoza, ya que su bisabuelo Amadeo Zorreguieta, se radicó y como funcionario público dejó una de las más grandes obras construidas en la provincia.
 Bisabuelo real
Amadeo Zorreguieta, nació en la provincia de Salta en 1868, fueron sus padres Mariano y Jesús Hernández. Durante su juventud viajó a Buenos Aires en donde se radicó hasta 1899.
En la Capital Federal, se casó con Máxima Bonorino y se afincaron en el barrio de Caballito. La pareja tuvo dos hijos: Berta quien nació el 6 de octubre de 1896 y bautizada en la Iglesia de San José de Flores en mayo del  año siguiente y Juan Antonio - abuelo de la reina Máxima- quien vio la luz un 19 de setiembre de 1897. A fines de 1898, la familia Zorreguieta se trasladó a Mendoza.
Al poco tiempo de llegar a nuestra provincia, Amadeo ocupó el cargo de secretario de la Municipalidad de la Ciudad y rápidamente, la familia se integró en la alta sociedad mendocina.
Entre las actividades sociales que tenía el bisabuelo de la reina de Holanda, participó activamente como miembro del Tiro Federal Mendoza y del club de pelota vasca. En 1905  asumió como concejal y junto a Guillermo Cano propusieron la apertura de la prolongación de la antigua calle conocida como "Alto Godoy" sino también, le dieron el nombre del ilustre gobernador Tiburcio Benegas.
Un año después, se asoció  como procurador con el reconocido abogado Cruz Vera para formar un estudio jurídico que se ubicaba en  calle España 1169 de ciudad.
Los Zorreguieta se instalaron en la manzana comprendida por calle Las Heras, Perú, 25 de Mayo y Belgrano; entre sus vecinos se encontraban el destacado traductor y profesor de idiomas Héctor Monneret de Villars.
Durante la primera década del siglo XX, el procurador Zorreguieta, ocupó el cargo de legislador provincial y participó en la Convención Constitucional para renovar la constitución mendocina. 
En 1910, juró nuevamente como concejal de la ciudad y meses después fue nombrado intendente municipal en donde presidió por un breve período, desde el 26 de agosto hasta el 27 de diciembre del mismo año. 
Durante su progresiva gestión, ejecutó el adoquinado de la calle San Martín desde Pedro Molina hasta el límite norte de la ciudad, además de construir otras importantes obras públicas. También solucionó  un eterno conflicto entre los vecinos de la calle Las Heras y los dueños del Mercado Central.
 Zorreguieta monumental
En el gobierno de Rufino Ortega (hijo), el dinámico Amadeo Zorreguieta fue elegido ministro de Industria y Obras Públicas.
Ortega, se caracterizó por ser muy progresista y durante su actuación, el bisabuelo de Máxima se encargó de construir el monumento más importante de Mendoza: el Cerro de la Gloria.

Fue él  junto a una comisión en donde Francisco P. Moreno, Luis Lagomaggiore y Estanislao Gaviola quienes decidieron elegir el entonces Cerro del Pilar como lugar en donde se levantaría el monumento en conmemoración a la gesta libertadora en 1912. Inmediatamente, el ministro ordenó la construcción, de este hito la cual llevó más de dos años y un costo de 120.000 pesos para el consolidado de la base y el tratamiento de la superficie. Además se destacó la obra del escultor uruguayo Juan Ferrari. 
Edificó además varias escuelas fiscales e incorporó el tranvía eléctrico en la ciudad y zonas suburbanas.
 Un trago amargo
Posteriormente a su gestión Amadeo Zorraguieta se dedicó a la actividad social, cultural y política participando como socio del Jockey Club y de otras entidades.También en 1920, fue uno de los miembros de la Comisión pro-monumento a Benjamín Matienzo.
El 4 de julio de 1923, la familia Zorreguieta sufrió la pérdida de su hija Berta, de 26 años de edad, quien años atrás se había casado con Enrique Richard. El matrimonio tuvo un hijo llamado como su padre quien falleció con solo 23 años de edad  en 1952 en un accidente automovilístico en San Carlos de Bariloche. 
Amadeo siguió participando en política y durante las elecciones para gobernador en enero de 1946, apoyó la candidatura del demócrata Ricardo Videla.
Otro de sus hijos, Juan Antonio, se estableció en Buenos Aires y tuvo a su hijo Jorge - padre de Máxima- quien ocupó por varios años la función pública como subsecretario de comercio durante la dictadura militar.
Algunos genealogistas lo dan por fallecido en Buenos Aires a principios de los años cincuenta. Otros, afirman que murió en Mendoza y que está enterrado en el cementerio de la Capital.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/el-bisabuelo-de-maxima-fue-un-constructor-mendocino

domingo, 2 de noviembre de 2014

Carlos Thays, el mago del Parque General San Martín. Perfil de un francés que desde el Cerro de la Gloria imaginó un vergel donde sólo había desierto.(Mendoza fines siglo XIX)

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A fines del siglo XIX, el gobierno de Mendoza, a través de varias leyes, proyectó la creación un gran parque. Para este importante emprendimiento, se decidió contratar al entonces director de parques y paseos públicos de la Capital Federal, el francés Carlos Thays.

Radiografía de un paisajista
Carlos Thays, nació en París el 20 de agosto de 1849. Desde muy joven se destacó en la arquitectura y el paisajismo y fue discípulo del afamado paisajista Edouard André, en cuyo estudio trabajó durante años y bajo cuyas directivas atendió obras para diversos países europeos. 
En 1888 llegó al país contratado por el gobierno nacional para proyectar y dirigir durante un año el Parque aún existente y denominado hoy "Sarmiento" en la ciudad de Córdoba.  Cuando estaba a punto de regresar a su país, fue designado director de Parques y Paseos de la Ciudad de Buenos Aires. Durante su cargo, llevó a cabo la formación de más de 80 parques y paseos públicos, comenzando con la transformación de la Plaza de Mayo, el parque "Tres de Febrero" y una de sus obras más importante que fue el  "Jardín Botánico". Además, Thays fue un entusiasta del árbol y contribuyó a la plantación de más de 100.000 ejemplares en Buenos Aires. Su proyecto de mayor envergadura fue  el Parque Nacional Iguazú (1911) con selvas vírgenes, cataratas, paisajes naturales.  Falleció en Buenos Aires el 31 de enero de 1934. 

Mendoza ansiosa por recibirlo
Era una calurosa tarde de noviembre de 1896 cuando el ingeniero Carlos Thays esperaba el tren en  la estación de Retiro. No estaba solo, sino acompañado de algunos funcionarios de la Nación y varios legisladores de nuestra provincia. 
En los rostros de estos personajes, se podía percibir una gran expectativas ya que hablaban de la iniciación de un magnífico proyecto en la ciudad principal de la región cuyana. Cinco minutos antes de la hora señalada para la partida del convoy, Thays se despidió amablemente; subió al vagón de primera clase y se sentó en un confortable asiento. El destacado director de Parques y Paseos de la Ciudad de Buenos Aires, viajaba a Mendoza para trabajar en una extraordinaria obra. Después de casi 20 horas, el tren llegó a la estación terminal de nuestra provincia en donde fue recibido por el gobernador Francisco Moyano y algunos de sus ministros. Luego, Carlos Thays  y las personas que lo recibieron, partieron rumbo a la Casa de Gobierno en donde se realizó una breve reunión. La misión de Thays era proyectar un parque para la ciudad y, su prestigioso reconocimiento a nivel nacional lo hacía digno de aquel desafío. Sin pérdida de tiempo,  el paisajista francés junto a varios funcionarios, partieron en carruaje hacia el oeste del núcleo urbano y al llegar a ese punto, recorrieron diferentes lugares. Mientras observaba, Thays proyectaba con su imaginación el  nuevo parque. Tal vez sería para él uno de los más grandes reto que tenía; ya que debía cambiar un paisaje árido y transformarlo en una vegetación exuberante. Pasaron varios días desde su llegada y el talentoso paisajista comenzó a trabajar; primero con su mente y luego con sus manos. Así, sus dibujos fueron plasmados en el papel, creando bosques, haciendo florecer llanuras y cerros, distribuyendo colores, densidad de troncos y cincelando el follaje. Para perfeccionar su labor, otra vez partió hacia aquel lugar elegido y desde lo alto del Cerro de la Gloria -entonces llamado Cerro del Pilar, ya que todavía no tenía en su cumbre el famoso monumento al Ejército de los Andes- estudió las 389 hectáreas destinadas a transformase en vergel. En los días sucesivos, Carlos Thays, trabajó incansablemente en el proyecto; primero necesitó planos parciales antes de desembocar en el un plano general. Luego de dejar su obra terminada le entregó a los funcionarios de turno las instrucciones precisas de cómo debían desarrollar la obra. Finalizada su misión, el paisajista francés se marchó en tren desde Mendoza con destino a Buenos Aires. Por varios meses se ejecutaron aquellas obras y el gobierno provincial, cumplió al pie de la letra, el proyecto que Thays había propuesto. En abril de 1907, el creador del  parque llamado del Oeste, viajó en ferrocarril hacia Chile y cómo tenía que realizar el trasbordo, aprovechó para visitar nuestra provincia, deseando ver el resultado de su proyecto. Fue recibido con mucha generosidad y reconocimiento por parte de los mendocinos. Parece ser que lo que vio no lo asombró -según algunos comentarios de aquella época- pero se mostró satisfecho. Se sintió feliz de aquella majestuosa obra.

Carlos Campana - las2campanas@yahoo.com.ar
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/carlos-thays-el-mago-del-parque

jueves, 22 de julio de 2021

Ramos Correas, el arquitecto que construyó media ciudad de Mendoza

 Por Carlos Campana, para ciudadanodiario.com.ar

Nacido en Chile, el destacado profesional eligió a Mendoza como tierra adoptiva, en la que dejó un valioso legado de históricos íconos edilicios


Hace 30 años, a principios de mayo de 1991, desaparecía una de las figuras más importantes de la arquitectura local, pero que también fue reconocido en el ámbito nacional e internacional. Se llamaba Daniel Ramos Correas y por más de medio siglo dedicó su vida a la urbanización y el paisajismo en nuestra provincia.

Mendocino por adopción

Ramos Correas nació en Talcahuano, Chile, el 12 de mayo de 1898. Era hijo de José Antonio Ramos, de nacionalidad chilena e ingeniero en minas de profesión, y de Elcira Correas, una dama de la alta sociedad mendocina. La prematura muerte de su progenitor hizo que su familia partiese hacia la provincia de Mendoza de donde era oriunda su madre. Tenía ocho años cuando llegó a Mendoza y realizó parte de sus estudios primarios en el colegio religioso San Luis Gonzaga, en pleno centro de la ciudad. Luego, la familia se trasladó a la provincia de Santa Fe, en donde cursó el bachillerato en otro colegio católico, llamado De la Inmaculada, perteneciente a la compañía de Jesús. Siendo un adolescente, Daniel decidió dejar Santa Fe y marcharse hacia la ciudad de Buenos Aires. Había elegido la carrera que tanto amaba: la arquitectura. Era muy grande el desafío que iba a emprender: una nueva vida que le produciría muchos cambios, pero valía la pena.

 Un largo camino
Fue así que ingresó en la Escuela de Arquitectura dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Al poco tiempo de iniciar su carrera, el joven fue profundizando sus conocimientos destacándose como un alumno fuera de lo común. A partir de 1914, el eximio arquitecto francés René Villeminont inició dentro de la Escuela de Arquitectura los denominados ‘talleres’ de Arquitectura y Composición decorativa, a los que el joven estudiante asistió con gran entusiasmo y con el tiempo, fue su gran discípulo. Otro de los grandes profesores que formó a este inquieto chileno, argentino por adopción, fue otro francés, llamado René Karman. El joven comenzó apoyarse en su gran dominio del dibujo, lo que fue tenido en cuenta por varios profesionales y el 12 de febrero de 1925 obtuvo el título de arquitecto. De regreso a Mendoza, la ciudad que lo había cobijado en su niñez, comenzó una importante actividad como arquitecto y desarrolló interesantes estilos que luego se convirtieron en íconos de la arquitectura mendocina. Fue en los primeros años de la década de los 30' cuando alcanzaría una gran trascendencia y sus diseños serían aceptados por la alta sociedad mendocina al desarrollar con éxito construcciones de estilos historicista y pintoresquista.

El hombre que cambió a Mendoza
Durante los gobiernos demócratas de Corominas Segura y Adolfo Vicchi, Daniel Ramos Correas asumió como director de Parques y Paseos de la Provincia de Mendoza. Desde esa Dirección desarrolló una gran tarea al remodelar y refaccionar diferentes lugares, como el Parque General San Martín, en el que incluyó renovaciones en el Cerro de la Gloria, la construcción de un nuevo Jardín Zoológico, el Teatro Griego, el pequeño teatro al aire libre denominado Pulgarcito y la Plaza Independencia, apostando de esta manera a la revalorización de los espacios verdes en la ciudad.

Su obra paisajística marcó el inicio de un nuevo tratamiento del paisaje en la región, tanto en la escala urbana como en la regional. Una de las políticas trazadas por el gobierno fue la proyección del llamado Plan Regulador de Mendoza, cuya gestión fue encomendada a Ramos Correas quien para llevarlo a cabo organizó un concurso internacional. Por aquel tiempo, en la provincia de Mendoza se produjo un acelerado proceso de urbanización y crecimiento: nuevos barrios, construcciones públicas y privadas e importantes residencias particulares, contribuyeron al desarrollo de la ciudad. Parte del proyecto consistió en la habilitación de dos centros principales (de Gobierno y Municipal) y otros núcleos menores de concentración. El denominado Palacio de Gobierno se localizaría en la zona de la Quinta Agronómica –actual emplazamiento- mientras que el Edificio Municipal se ubicaría en los terrenos del ferrocarril, por entonces denominado Pacífico. Con ventajas funcionales y simbólicas, la proyección ubicaba los dos espacios más atrayentes del casco urbano mendocino. Por una parte, se habían concebido edificios y espacios adecuados para el Poder Ejecutivo, la Legislatura y la Justicia. Además, se tenía en cuenta la realización del monumento a la Bandera en la explanada cívica. La Universidad de Cuyo se encontraría más hacia el Sur de ese emplazamiento. Por otra parte, la calle Mitre sería una arteria principal y se comunicaría con la Plaza Independencia.  Además de las otras vías de acceso, en ella se instalarían hoteles, pequeños negocios para turistas y lugares de distracción.  Además de proyectar recovas, desde la calle Patricias Mendocinas se accedería por una galería –por el Este y el Oeste– a la plaza San Martín, y por la calle Necochea se llegaría al centro del vino, que se ubicaría en la calle San Juan, entre Buenos Aires y Entre Ríos. El conjunto de la catedral estaría situado en un sector de los terrenos que ocupaba la estación del Trasandino. Esta gran proyección fue realizada por el arquitecto uruguayo Mauricio Cravotto, luego de ganar el concurso. Ramos Correas dejó su cargo en la Dirección luego del golpe de Estado que se produjo el 4 de junio de 1943.

Reconocimiento mundial
En 1944, Ramos Correas fue contratado para el estudio del ‘Plan de Urbanización, Ampliación y Verdes’ de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Posteriormente, en1951 viajó a España, donde fue galardonado con el premio ‘Ayuntamiento de Madrid’ durante la Primera Exposición Bienal Hispanoamericana de Arte, al ser considerado por sus excelentes realizaciones paisajísticas en la provincia de Mendoza. A fines de los 50' y comienzo de los 60' el destacado arquitecto fue presidente de la Comisión Especial para el Planeamiento Urbano y Código de Educación de la Ciudad de Mendoza. En 1961 fue uno de los fundadores de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, junto a Enrico Tedeschi. También tuvo el honor de ser vicedecano de aquella casa de altos estudios. Además de presidir algunos cargos de suma importancia, en 1963 fue nombrado intendente municipal de la Ciudad de Mendoza, cargo que ocupó durante un breve periodo. También fue miembro del Honorary Fellow del American Institute of Architects. La obra que dejó como legado Ramos Correas en Mendoza tiene un valor incalculable por su estilo y belleza. Recordemos como ejemplos la casa de Moyano –Emilio Civit y Olascoaga–, la de la familia Arenas –E.Civit y Boulogne Sur Mer-, el Hotel Argentino, el Golf Club Andino, el viejo edificio de YPF–Avenida San Martín e Infanta Mendocina-, el monasterio de Santa Catalina de Siena, el Calvario de La Carrodilla, el hogar de ancianos San Vicente de Paul y la parroquia de San Nicolás y Santiago Apóstol, entre muchas otras obras. Este gran arquitecto mendocino por adopción, falleció en Mendoza el 9 de mayo de 1991 a los 93 años de edad.

https://www.ciudadanodiario.com.ar/cultura/ramos-correas-el-arquitecto-que-construyo-media-ciudad





martes, 20 de julio de 2021

El Desaguadero, antigua "aduana" para ingresar a Mendoza: su importancia política y turística

 por Gustavo Capone, para Memo .com.ar

El Desaguadero fue la aduana natural de la Provincia de Mendoza y primer registro administrativo, ineludible, para ingresar formalmente al territorio provincial por el Este mendocino. La historia del lugar, en la pluma y los datos de Gustavo Capone


La gestión del gobernador de Mendoza, el rivadaviense Guillermo Cano, junto a su ministro Frank Romero Day establecieron un antecedente directo de lo que implicaría una pionera política de desarrollo estratégico en el campo del turismo mendocino. Será en 1936 en materia turística el año de la primera Fiesta de la Vendimia y la creación de la Dirección Provincial de Turismo, la apertura de la colonia de vacaciones de Papagayos, el surgimiento de Vialidad Provincial que unirá los circuitos productivos de Mendoza, la construcción del balneario de Playas Serranas, el embaldosamiento de El Rosedal en el Parque General San Martín con el asfalto de las avenidas circundantes y la mencionada inauguración, del Arco del Desaguadero. Dicha política turística se completará en pocos años con la construcción del Hotel de Uspallata, la Hostería del Manzano Histórico, la ampliación del Hotel Potrerillos, la pista de patinaje de Vallecitos, los caminos hacia los ríos del sur mendocino, la Hostería Refugio, la escalinata de acceso y el ofrendatorio con el plaquetario en la explanada del Cerro de la Gloria, más la inauguración de la Hostería del Arco Desaguadero

El Paso del Desaguadero
Pero volviendo a la conmemoración de los 85 años de la inauguración del Arco que da la bienvenida "a la tierra del Sol y el buen vino", resulta importante citar algunos antecedentes históricos sobre el "Paso sobre el Río Desaguadero".


El Desaguadero fue la aduana natural de la Provincia de Mendoza y primer registro administrativo, ineludible, para ingresar formalmente al territorio provincial por el Este mendocino. Relatan las crónicas del siglo XVIII y XIX que el viaje de ida o de regreso a Buenos Aires se hacía muy peligrosSobre el arriesgado paso sobre el río Desaguadero existían por entonces dos caminos para cruzarlo. 1) El "del medio, de la travesía o viejo". Ingreso oficial a Mendoza sobre un precario puente de madera, constituía el límite político con San Luis, existiendo sobre ese paso una "aduana formal", antecedente de las futuras barreras sanitarias y los puestos de peaje actuales. Una posta y un pequeño oratorio completaban la configuración de la zona en aquellas lejanas épocas. Pero también había por aquellos tiempos un paso alternativo. 2) El paso del "Bebedero, de la costa del Tunuyán, de la Frontera o nuevo".o a partir de San Luis por dos motivos sustanciales: el peligro indio y el mismo paso del río Desaguadero. 


El primero de los caminos citados ("del medio, de la travesía o viejo") carecía de agua dulce, lo que generaba un problema enorme para los viajeros, pues el agua del Desaguadero es sumamente barrosa. El paso del "Bebedero" (más al sur que el anterior) fue creado entonces como una opción por los troperos mendocinos. Era un sendero con más vegetación y poblaciones a su alrededor, y por sobre todas las cosas, el paso sobre el río Desaguadero se efectuaba sin pagar un "impuesto oficial", esquivando aquella "aduana".


"Una razón importante explica la preferencia por este camino (el de Bebedero) y es que no se pagaba el derecho de 'pontazgo' que se efectuaba por el puente de madera de Desaguadero a Don Serra Canals, constructor del puente. Tal es así, que en un dictamen de 1789 se establece que de ningún modo, ni con ningún pretexto se puede hacer uso del paso del Bebedero, sino transitar por el puente, pagando el derecho establecido". La cuestión es que más allá de la normativa oficial, "el paso del Bebedero" fue sumamente utilizado. Lo cierto, es que ambos pasos (el oficial y el clandestino) convergían fusionándose en las cercanías de La Dormida del Negro. De ahí la masiva concurrencia y popularidad de la posta santarrosina (posterior Distrito La Dormida), pues era el punto concentrador para los que se disponían llegar o abandonar Mendoza por el Este, ya sea por uno u otro de los paso del Desaguadero.




https://www.memo.com.ar/hechos/historia-aduana-desaguadero-mendoza-nota-capone/


























viernes, 20 de septiembre de 2024

El Monumento al Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria, antes y después de la modificación realizada por el Arquitecto Daniel Ramos Correas. Ciudad de Mendoza. (d.1940)


El Monumento al Ejército de los Andes en el Cerro de la Gloria es una obra monumental creada por el escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari y fue inaugurada el 12 de febrero de 1914. Este monumento conmemora la gesta del Cruce de los Andes liderada por el General José de San Martín, fundamental para la independencia de Argentina, Chile y Perú. Inicialmente, el monumento se encontraba en una ubicación prominente en la cima del Cerro de la Gloria, conocido anteriormente como Cerro del Pilar. La estructura principal incluye una estatua ecuestre de San Martín, rodeada de relieves que representan a los granaderos a caballo y escenas significativas de la campaña. En la década de 1940, el arquitecto Daniel Ramos Correas realizó una importante remodelación del entorno del monumento. Esta intervención incluyó la construcción de una amplia escalinata de acceso, un ofrendatorio y un plaquetario en la explanada anterior a la cumbre. Estas modificaciones no solo mejoraron la accesibilidad, sino que también realzaron la majestuosidad del monumento, permitiendo una mejor apreciación de su valor histórico y artístico.

lunes, 5 de julio de 2021

Aeroparque de la Ciudad de Mendoza, En el Challao. Actual "Base Condor". (foto año 1970).


A comienzos de los años sesenta la aeronáutica civil pública y privada había logrado un gran desarrollo en la provincia de Mendoza y por tal motivo se comenzó a estudiar la construcción de un nuevo aeródromo. Su objetivo principal era aliviar el creciente flujo de vuelos con destino a la vecina terminal aérea de El Plumerillo, la que ya en esos años, evidenciaba una tendencia a la congestión. Así, luego de varios relevamientos se eligió una zona desértica que se extendía al Noreste del Cerro de la Gloria, a unos quinientos metros del camino a El Challao. Allí, el terreno presenta una constitución rocosa, de excelente firmeza y gran resistencia al impacto. Asimismo, a pesar de encontrarse a escasos kilómetros de la capital, en ese entonces el enclave estaba libre de vegetación y no existia rastro alguno de población en sus alrededores. A fines de 1964 comenzaron las obras de movimiento de suelo, compactación y excavaciones y en menos de un año se inició la construcción tanto de la pista como de las principales edificaciones, todo ello a un ritmo feroz. La inauguración se produjo el 26 de noviembre de 1967 contando entonces la estación con las oficinas centrales, una torre de control, dos hangares y servicio de combustible aeronáutico. La pista inicialmente tuvo una longitud de 1.000 metros, a los que se agregaron otros 200 para las cabeceras Norte y Sur. Se previó un ancho de pista de 30 metros, con dos franjas de protección laterales de 10 metros cada una. Su pista era una de las más elevadas de la República, a 807 metros sobre el nivel del mar. En Julio de 1972 sería ampliada, extendiéndose las cabeceras hasta alcanzar un total de 1.800 metros de largo. 

Los primeros globos 

En Octubre de 1968, una comisión de estudios francesa visitó el aeroparque, para efectuar un relevamiento y trazado de planos con vistas a la realización de un proyecto binacional llamado EOLO que involucraría el lanzamiento desde tres bases en la Argentina, de pequeños globos de superpresión los cuales serían interrogados por un satélite durante su vuelo. Una vez comprobadas las adecuadas condiciones del terreno, en Abril del año siguiente, el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina solicitó formalmente al Estado provincial la concesión de una porción de terreno ubicada en la cabecera norte del Aeroparque para establecer allí la mencionada estación. Conforme lo solicitado, la Provincia cedió el predio requerido en calidad de préstamo gratuito por cinco años prorrogables, a cuyo vencimiento las instalaciones construidas pasarían definitivamente al patrimonio mendocino. EOLO Aeroparque fue la primera de las tres estaciones construidas. Las otras dos se establecieron en el Aeropuerto de la Provincia del Neuquén y en Lago Fagnano (Tierra del Fuego), respectivamente. La operación de las mismas estuvo a cargo del Centre National d'Etudes Espatiales (CNES) de Francia y la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) de Argentina. La base de lanzamiento era una estructura prefabricada, construida sobre una armadura transportable bajo diseño de la empresa francesa SONECTRO. Asimismo, por fuera de la estructura se instalaban cuatro deflectores de viento para facilitar las tareas de lanzamiento. Dadas las características de los materiales, la estación fue levantada con suma rapidez por lo que a principios de 1970 ya se encontraba practicamente terminada. Fue formalmente inaugurada el 15 de marzo de 1970, con la presencia de autoridades de la Dirección Provincial de Aeronáutica y de ambas agencias espaciales. Los lanzamientos se iniciaron con una frecuencia de cuatro globos por día, en julio de 1971 y continuaron durante el resto de ese año y parte del siguiente. En total -entre las tres estaciones- EOLO lanzó cerca de 500 balones, muchos de los cuales alcanzaron tiempos de vuelo de hasta un año, permitiendo la obtención por vez primera de importante información de los regimenes de viento en la baja estratósfera del hemisferio sur. Finalizado el proyecto, el CNES se retiró de las estaciones construídas, las que quedaron bajo total administración del comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aerea Argentina. No obstante, debido a su carácter estrictamente científico, EOLO Mendoza pronto fue transferida a la órbita de la CNIE, pero sin registrar actividad de relevancia por el siguiente lustro. Luego de siete años, se vuelven a utilizar las instalaciones del aeroparque para el operativo "Galaxia 79" (la denominación "Galaxia" seguida del año de su realización, era el nombre genérico dado a las campañas de lanzamiento de globos estratosféricos en Argentina) desde donde son lanzados con exito 5 globos estratosféricos de gran porte, 3 en abril y 2 en octubre. En 1980 la CNIE constituyó el Centro de Investigaciones y Desarrollos Espaciales Mendoza (CIDEM) que comenzó a funcionar a partir del 1 de septiembre. Este sub-organismo surgió de la vinculación de la CNIE con diversas facultades técnicas de la Universidad Nacional de Cuyo, con la que suscribió convenios generales de cooperación. Entre los logros destacados de dicho centro fue la articulación de un programa de lucha antigranizo (vital para los cultivos de la zona) la creación de una estación terrena para operar con satélites y la transformación del aeródromo en una moderna planta aeroespacial dada en llamar Base Aeroespacial Mendoza. Entre las primeras medidas tomadas para poner en marcha el proyecto se dispuso la reactivación definitiva de la vieja estación EOLO Aeroparque, y la construcción de una pista de 100 x 300 metros para el lanzamiento de globos estratosféricos. Para enero de 1981 el complejo ya estaba nuevamente en servicio y en septiembre se reanudaron los lanzamientos, en virtud del Operativo "Galaxia 81", en el cual participó la Dirección Provincial de Aeronáutica. En la imagen de abajo vemos reproducida una de las operaciones de lanzamiento sobre la pista del aeropuerto. Si bien no se poseen datos precisos de la fecha de la toma es probable que corresponda a los primeros lanzamientos realizados durante finales de los años 70's o principios de los 80's. La imagen de enorme valor histórico fue cedida gentilmente a StratoCat por el Sr. José Lucero. El sitio volvería a ser nuevamente utilizado para efectuar lanzamientos durante "Galaxia 82" pero sin embargo, las experiencias no pasaron de allí. A partir de entonces la estación EOLO quedó deteriorada y subutilizada con una mínima dotación de personal encargado de su custodia. Asimismo, la Base Aeroespacial Mendoza, pronto seguiría el mismo derrotero. Paradójicamente, al igual que las primeras, las ultimas operaciones con globos estratosféricos volvieron a tener al CNES como protagonista. Las campañas Pre-PORTS y PORTS destinadas a estudiar las ondas de gravedad atmosféricas en cercanias del cordón andino tuvieron lugar respectivamente en 1989 y 1990, marcando el final definitivo del uso del Aeroparque provincial como base de lanzamiento para estos ingenios. 

Un triste final 

Concurrente-mente, el volumen de operaciones hacia y desde Aeroparque cayó estrepitosamente a principios de los años noventa, llevando a las autoridades a considerar su cierre a pesar de las muchas iniciativas que desde la sociedad civil y a lo largo de toda la decada, se ofrecieron para evitarlo. Así, el deterioro de las instalaciones, la creciente población del sector -devenido en populoso barrio- y la infinidad de diversos usos que se le dió a diferentes sectores, llevaron a su cierre definitivo como estación aerea en enero de 2002. Actualmente el terreno ha sido asignado en forma exclusiva a la Policía de Mendoza, que lo utiliza como helipuerto, pista de aterrizaje y centro de adiestramiento táctico bajo el nombre de "Base Condor". Asimismo, lo que otrora fuera la estación EOLO, es utilizada por la Federación Mendocina de Asociaciones de Bomberos Voluntarios, como Escuela de Capacitación Bomberil, aunque como se puede apreciar en las imagenes, el estado del edificio es bastante calamitoso, destino compartido con su par de Lago fagnano, el cual a duras penas aún permanece en pie. Gran parte de lo escrito en la presente historia ha sido recogido de un compkletisimo articulo publicado por la revista LV de aviación cuyo autor es Gustavo Maron. Asimismo le agradecemos a Jose "Pepeu" Lucero por las excelentes imagenes que nos dió de las condiciones actuales de la estación. Mas información sobre las instalaciones EOLO se encuentra disponible en : Nos Premières années dans l'espace - http://homepage.mac.com/mbtc/sl/espace.html

lunes, 3 de septiembre de 2012

Aeroparque de la Ciudad de Mendoza, En el Challao. Actual "Base Condor". (foto año 1970).



A comienzos de los años sesenta la aeronáutica civil pública y privada había logrado un gran desarrollo en la provincia de Mendoza y por tal motivo se comenzó a estudiar la construcción de un nuevo aeródromo. Su objetivo principal era aliviar el creciente flujo de vuelos con destino a la vecina terminal aérea de El Plumerillo, la que ya en esos años, evidenciaba una tendencia a la congestión. 
Así, luego de varios relevamientos se eligió una zona desértica que se extendía al Noreste del Cerro de la Gloria, a unos quinientos metros del camino a El Challao. Allí, el terreno presenta una constitución rocosa, de excelente firmeza y gran resistencia al impacto. Asimismo, a pesar de encontrarse a escasos kilómetros de la capital, en ese entonces el enclave estaba libre de vegetación y no existia rastro alguno de población en sus alrededores. 
A fines de 1964 comenzaron las obras de movimiento de suelo, compactación y excavaciones y en menos de un año se inició la construcción tanto de la pista como de las principales edificaciones, todo ello a un ritmo feroz. La inauguración se produjo el 26 de noviembre de 1967 contando entonces la estación con las oficinas centrales, una torre de control, dos hangares y servicio de combustible aeronáutico. La pista inicialmente tuvo una longitud de 1.000 metros, a los que se agregaron otros 200 para las cabeceras Norte y Sur. Se previó un ancho de pista de 30 metros, con dos franjas de protección laterales de 10 metros cada una. Su pista era una de las más elevadas de la República, a 807 metros sobre el nivel del mar. En Julio de 1972 sería ampliada, extendiéndose las cabeceras hasta alcanzar un total de 1.800 metros de largo. 

Los primeros globos 

En Octubre de 1968, una comisión de estudios francesa visitó el aeroparque, para efectuar un relevamiento y trazado de planos con vistas a la realización de un proyecto binacional llamado EOLO que involucraría el lanzamiento desde tres bases en la Argentina, de pequeños globos de superpresión los cuales serían interrogados por un satélite durante su vuelo. Una vez comprobadas las adecuadas condiciones del terreno, en Abril del año siguiente, el Comando en Jefe de la Fuerza Aérea Argentina solicitó formalmente al Estado provincial la concesión de una porción de terreno ubicada en la cabecera norte del Aeroparque para establecer allí la mencionada estación. Conforme lo solicitado, la Provincia cedió el predio requerido en calidad de préstamo gratuito por cinco años prorrogables, a cuyo vencimiento las instalaciones construidas pasarían definitivamente al patrimonio mendocino. 
EOLO Aeroparque fue la primera de las tres estaciones construidas. Las otras dos se establecieron en el Aeropuerto de la Provincia del Neuquén y en Lago Fagnano (Tierra del Fuego), respectivamente. La operación de las mismas estuvo a cargo del Centre National d'Etudes Espatiales (CNES) de Francia y la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE) de Argentina. 
La base de lanzamiento era una estructura prefabricada, construida sobre una armadura transportable bajo diseño de la empresa francesa SONECTRO. Asimismo, por fuera de la estructura se instalaban cuatro deflectores de viento para facilitar las tareas de lanzamiento. Dadas las características de los materiales, la estación fue levantada con suma rapidez por lo que a principios de 1970 ya se encontraba practicamente terminada. Fue formalmente inaugurada el 15 de marzo de 1970, con la presencia de autoridades de la Dirección Provincial de Aeronáutica y de ambas agencias espaciales. Los lanzamientos se iniciaron con una frecuencia de cuatro globos por día, en julio de 1971 y continuaron durante el resto de ese año y parte del siguiente. 
En total -entre las tres estaciones- EOLO lanzó cerca de 500 balones, muchos de los cuales alcanzaron tiempos de vuelo de hasta un año, permitiendo la obtención por vez primera de importante información de los regimenes de viento en la baja estratósfera del hemisferio sur. 
Finalizado el proyecto, el CNES se retiró de las estaciones construídas, las que quedaron bajo total administración del comando de Regiones Aéreas de la Fuerza Aerea Argentina. No obstante, debido a su carácter estrictamente científico, EOLO Mendoza pronto fue transferida a la órbita de la CNIE, pero sin registrar actividad de relevancia por el siguiente lustro. Luego de siete años, se vuelven a utilizar las instalaciones del aeroparque para el operativo "Galaxia 79" (la denominación "Galaxia" seguida del año de su realización, era el nombre genérico dado a las campañas de lanzamiento de globos estratosféricos en Argentina) desde donde son lanzados con exito 5 globos estratosféricos de gran porte, 3 en abril y 2 en octubre. 
En 1980 la CNIE constituyó el Centro de Investigaciones y Desarrollos Espaciales Mendoza (CIDEM) que comenzó a funcionar a partir del 1 de septiembre. Este sub-organismo surgió de la vinculación de la CNIE con diversas facultades técnicas de la Universidad Nacional de Cuyo, con la que suscribió convenios generales de cooperación. Entre los logros destacados de dicho centro fue la articulación de un programa de lucha antigranizo (vital para los cultivos de la zona) la creación de una estación terrena para operar con satélites y la transformación del aeródromo en una moderna planta aeroespacial dada en llamar Base Aeroespacial Mendoza. 
Entre las primeras medidas tomadas para poner en marcha el proyecto se dispuso la reactivación definitiva de la vieja estación EOLO Aeroparque, y la construcción de una pista de 100 x 300 metros para el lanzamiento de globos estratosféricos. Para enero de 1981 el complejo ya estaba nuevamente en servicio y en septiembre se reanudaron los lanzamientos, en virtud del Operativo "Galaxia 81", en el cual participó la Dirección Provincial de Aeronáutica. En la imagen de abajo vemos reproducida una de las operaciones de lanzamiento sobre la pista del aeropuerto. Si bien no se poseen datos precisos de la fecha de la toma es probable que corresponda a los primeros lanzamientos realizados durante finales de los años 70's o principios de los 80's. La imagen de enorme valor histórico fue cedida gentilmente a StratoCat por el Sr. José Lucero
El sitio volvería a ser nuevamente utilizado para efectuar lanzamientos durante "Galaxia 82" pero sin embargo, las experiencias no pasaron de allí. A partir de entonces la estación EOLO quedó deteriorada y subutilizada con una mínima dotación de personal encargado de su custodia. Asimismo, la Base Aeroespacial Mendoza, pronto seguiría el mismo derrotero. 
Paradójicamente, al igual que las primeras, las ultimas operaciones con globos estratosféricos volvieron a tener al CNES como protagonista. Las campañas Pre-PORTS y PORTS destinadas a estudiar las ondas de gravedad atmosféricas en cercanias del cordón andino tuvieron lugar respectivamente en 1989 y 1990, marcando el final definitivo del uso del Aeroparque provincial como base de lanzamiento para estos ingenios. 

Un triste final 
Concurrentemente, el volumen de operaciones hacia y desde Aeroparque cayó estrepitosamente a principios de los años noventa, llevando a las autoridades a considerar su cierre a pesar de las muchas iniciativas que desde la sociedad civil y a lo largo de toda la decada, se ofrecieron para evitarlo. Así, el deterioro de las instalaciones, la creciente población del sector -devenido en populoso barrio- y la infinidad de diversos usos que se le dió a diferentes sectores, llevaron a su cierre definitivo como estación aerea en enero de 2002. 
Actualmente el terreno ha sido asignado en forma exclusiva a la Policía de Mendoza, que lo utiliza como helipuerto, pista de aterrizaje y centro de adiestramiento táctico bajo el nombre de "Base Condor". Asimismo, lo que otrora fuera la estación EOLO, es utilizada por la Federación Mendocina de Asociaciones de Bomberos Voluntarios, como Escuela de Capacitación Bomberil, aunque como se puede apreciar en las imagenes, el estado del edificio es bastante calamitoso, destino compartido con su par de Lago fagnano, el cual a duras penas aún permanece en pie. 

Gran parte de lo escrito en la presente historia ha sido recogido de un compkletisimo articulo publicado por la revista LV de aviación cuyo autor es Gustavo Maron. Asimismo le agradecemos a Jose "Pepeu" Lucero por las excelentes imagenes que nos dió de las condiciones actuales de la estación. Mas información sobre las instalaciones EOLO se encuentra disponible en : Nos Premières années dans l'espace - http://homepage.mac.com/mbtc/sl/espace.html
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