Durante la época zarista, especialmente entre los siglos XVIII y principios del XX, los nobles rusos disfrutaban de vacaciones con un lujo y una ostentación que reflejaban su estatus privilegiado. Sus escapadas solían dividirse entre el campo, las aguas termales y los viajes al extranjero. Aunque no era su destino principal, algunos nobles rusos sí iban a la playa, especialmente a partir de mediados del siglo XIX, cuando los viajes al extranjero se volvieron más comunes entre la aristocracia. Dentro del Imperio ruso, las playas del mar Negro, como las de Yalta, Sochi o Odessa, se convirtieron en destinos populares para la nobleza y la familia imperial. Estas ciudades costeras ofrecían un clima más cálido, aire marino y paisajes pintorescos, lo que las hacía ideales para el descanso y la salud. Yalta, en particular, era tan apreciada que el zar Nicolás II mandó construir allí el Palacio de Livadia, su residencia de verano. Además, muchos nobles viajaban a la Riviera francesa o italiana, donde disfrutaban del mar en lugares como Niza, San Remo o Biarritz, siguiendo las modas de la aristocracia europea. Allí no solo tomaban baños de mar, sino que también participaban en la vida social de los balnearios: casinos, óperas, cafés y paseos por la costa. Así que sí, los nobles rusos también se bronceaban (con sombrilla, por supuesto) y paseaban por la playa, aunque siempre con un toque de elegancia imperial. La Rusia zarista fue el régimen político y social que rigió el Imperio ruso desde mediados del siglo XVI hasta la Revolución de 1917. Se caracterizó por ser una monarquía absoluta, en la que el zar —título derivado de “césar”— concentraba todo el poder político, militar, económico y religioso. Este sistema comenzó formalmente con Iván IV “el Terrible”, coronado en 1547 como el primer zar de Rusia, y alcanzó su apogeo con dinastías como los Románov, que gobernaron desde 1613 hasta la caída del último zar, Nicolás II, en 1917
Bienvenidos al sitio con mayor cantidad de Fotos antiguas de la provincia de Mendoza, Argentina. (mendozantigua@gmail.com) Para las nuevas generaciones, no se olviden que para que Uds. vivan como viven y tengan lo que tienen, primero fue necesario que pase y exista lo que existió... que importante sería que lo comprendan
etiquetas
- Efemérides (7170)
- Otras Provincias (4471)
- Década de 1920 (2659)
- otros paises (2398)
- Curiosidades Históricas (2392)
- Década de 1930 (2327)
- Década de 1910 (1925)
- Sociales (1759)
- Década de 1970 (1737)
- Década de 1900 (1561)
- Década de 1940 (1469)
- Publicidades (1348)
- Deportes en el Recuerdo (1274)
- Década de 1950 (1187)
- Videos (1135)
- Década de 1960 (865)
- Década de 1980 (831)
- Letra chica (670)
- antes de 1900 (658)
- Moda (615)
- Vendimia (557)
- graduados (350)
- solo mujer (282)
- frases (226)
- hechos hist. de Mza (224)
- policiales (220)
- Década de 1990 (208)
- Pioneros de la Vitivinicultura en Mendoza (192)
- Conociendo Mendoza (168)
- Mendoza desde Arriba (110)
- Toponimias (87)
- década del 2000 (74)
- coloreadas (37)
- portadas (37)
- el mundo desde arriba (31)
- bienes patrimoniales (25)
- Constitución de Mendoza (12)
- boletin oficial (12)
- gastronomia (10)
- Joyas sobre Ruedas (5)
- edificios religiosos (3)
jueves, 24 de noviembre de 2016
Cómo pasaban las vacaciones los nobles en la Rusia Zarista (imagen ca.1910)
Durante la época zarista, especialmente entre los siglos XVIII y principios del XX, los nobles rusos disfrutaban de vacaciones con un lujo y una ostentación que reflejaban su estatus privilegiado. Sus escapadas solían dividirse entre el campo, las aguas termales y los viajes al extranjero. Aunque no era su destino principal, algunos nobles rusos sí iban a la playa, especialmente a partir de mediados del siglo XIX, cuando los viajes al extranjero se volvieron más comunes entre la aristocracia. Dentro del Imperio ruso, las playas del mar Negro, como las de Yalta, Sochi o Odessa, se convirtieron en destinos populares para la nobleza y la familia imperial. Estas ciudades costeras ofrecían un clima más cálido, aire marino y paisajes pintorescos, lo que las hacía ideales para el descanso y la salud. Yalta, en particular, era tan apreciada que el zar Nicolás II mandó construir allí el Palacio de Livadia, su residencia de verano. Además, muchos nobles viajaban a la Riviera francesa o italiana, donde disfrutaban del mar en lugares como Niza, San Remo o Biarritz, siguiendo las modas de la aristocracia europea. Allí no solo tomaban baños de mar, sino que también participaban en la vida social de los balnearios: casinos, óperas, cafés y paseos por la costa. Así que sí, los nobles rusos también se bronceaban (con sombrilla, por supuesto) y paseaban por la playa, aunque siempre con un toque de elegancia imperial. La Rusia zarista fue el régimen político y social que rigió el Imperio ruso desde mediados del siglo XVI hasta la Revolución de 1917. Se caracterizó por ser una monarquía absoluta, en la que el zar —título derivado de “césar”— concentraba todo el poder político, militar, económico y religioso. Este sistema comenzó formalmente con Iván IV “el Terrible”, coronado en 1547 como el primer zar de Rusia, y alcanzó su apogeo con dinastías como los Románov, que gobernaron desde 1613 hasta la caída del último zar, Nicolás II, en 1917
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
.jpg)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario