La creación del Parque General San Martín, llamado primitivamente Parque del Oeste, tiene su origen en la ley provincial número 39, del 25 de Enero de 1897, sobre plantación y fomento de bosques. Su inspirador fué el Dr. Emilio Civít, a la sazón Ministro de Hacienda del Gobernador Don Francisco Moyano. Un año antes de la sanción de la ley de referencia el mismo Civit había promovido la creación en la provincia de Mendoza de la Dirección General de Saneamiento, movido por la urgente necesidad de realizar obras que rescatasen a la población del deplorable estado sanitario en que se encontraba. Pues bien, no es simple coincidencia que dos medidas de gobierno tan importantes fueran tomadas casi simultáneamente, sino que va entonces nuestros gobernantes advirtieron el beneficio papel que desempeña el árbol en saneamiento urbano.
Para las funciones de Director General de Saneamiento fue contratado el ilustre higienista Doctor Emilio Coni, quién a poco de asumir sus funciones se puso en contacto con el Director de Paseos de la Capital Federal, el arquitecto Carlos Thays, solicitandole asesoramiento en materia de arbolado urbano. La idea de Emilio Civit de realizar lo que se llamaría Parque del Oeste, encontró en Carlos Thays el hombre dotado del saber y empuje necesario para llevar adelante una obra de tamaña magnitud. Las características del suelo en general inmaduro y con abundantes piedras en superficie, se sumaban las condiciones del clima árido, con escasas lluvias, (menos de 200mm anuales) que se producen en verano y en forma torrencial. Poca humedad. Todo estos factores no representaban ninguna garantía para el éxito del proyecto. No estuvieron ausentes los fracasos, las heladas tardías de primavera obligaron en mas de una temporada a reponer miles de plantas castigadas. Pero esos fracasos poco a poco fueron reducidos al mínimo, ya que la experiencia de Thays le permitió ir seleccionando las especies que mejor se adaptaban al medio. Las obras de riego eran muy pocas, por lo que en muchos casos el regado se realizaba transportando el agua en carros y regar cada planta a balde. La oposición política al ver tantas dificultades decía que Emilio Civít solo quería labrarse su propio pedestal y que llevaría a la ruina a Mendoza.
Los planos del Parque fueron realizados por Carlos Thays, quién por la ubicación del Parque en la falda de la cordillera, por la configuración y ondulación del terreno, consideraba que será el mas hermoso de Argentina. Se comenzó al mismo tiempo la construcción del Lago, con mas de 1000 metros de largo y con profundidad para realizar regatas, El proyecto del Parque incluía la construcción de un restaurante, kiosco para música, locales para cricket, tenis, fútbol, velódromo y juegos varios, jardín botánico, zoológico, tambos, prados para guanacos, avestruces etc. Miradores, grutas, islas, hipódromo, bosques, jardines, avenidas. Finalmente y pese a los opositores la obra se realizó.Esto es suficiente para que despojados de todo pasionismo político, se considere al nombre de Emilio Civít definitivamente incorporado a la gratitud popular.
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