La fundación del Fuerte de San Rafael, tiene sus raíces en 1776, con la misma creación del Virreinato del Río de la Plata. Este acontecimiento originó la separación de Cuyo de la gobernación de Chile. Al quedar desamparada la región cuyana por las largas distancias entre Mendoza y el gobierno metropolitano comenzó el hostigamiento de los indígenas.
Un año más tarde los indios habían hecho sus incursiones hasta sólo 20 leguas de la ciudad -aproximadamente 60 km. En sus travesías saquearon haciendas y mataron a muchos de los pobladores. La pequeña guarnición que existía en el fuerte de San Carlos fue diezmada por esos malones.
El Cabildo de Mendoza pidió una urgente respuesta al Virreinato ante la desesperada situación. Inmediatamente Buenos Aires envió pertrechos, tranquilizando de esta forma a los habitantes mendocinos.
El intrépido Amigorena
Tiempo después fue designado el Maestre de Campo José Francisco de Amigorena como comandante general de armas y éste decidió ir en busca de los indios para sorprenderlos en su territorio.
Así comenzó un período de expediciones hacia el Sur apoyadas por el fuerte de San Carlos que estaba a cargo de Francisco Esquivel Aldao.
Luego de estas incursiones, diferentes tribus firmaron varios tratados de paz
Sobremonte, un pacificador
La participación como virrey del marqués de Sobremonte fue muy importante ya que revirtió poco a poco la situación. Tomó medidas en la organización de las milicias, en el reglamento de las fronteras, en la regularización de los sueldos atrasados a los soldados que peleaban en la frontera y realizó varios pactos con tribus para combatir a los Huiliches. Estas medidas contribuyeron plenamente al crecimiento del Valle de Uco y por supuesto a la expansión hacia el sur, precisamente hasta los ríos del Diamante y del Atuel.
Se inició la expedición
En enero de 1805 Sobremonte encargó, al comandante general de armas Faustino Ansay, enviar desde el fuerte de San Carlos una expedición al Sur. El contingente partió tiempo después, encabezados por el comandante de las milicias urbanas de Mendoza, sargento mayor Miguel Teles Meneses, el geógrafo José Sourriére de Souillac, el padre fray Francisco Inalicán y 100 soldados, con el objeto de fundar un nuevo fuerte entre los ríos mencionados.
Teles Meneses llegó a la confluencia del río Diamante en tierras pertenecientes al cacique Goico, quien era aliado y amigo. Allí el comandante convocó a 23 caciques y a 11 capitanejos pehuenches.
El 2 de abril se firmó un acta de parlamento que contenía varios artículos acordados entre las tribus y el jefe expedicionario Teles Meneses. Este último determinó el emplazamiento -cerca de la localidad de Negro Quemado- para la construcción de una fortificación. Inmediatamente los milicianos comenzaron a levantar el Fuerte compuesto de cimientos de piedra , murallas de adobe y tierra apisonada. También se cavaron los fosos para su defensa y se erigió un mirador sobre la entrada. El Fuerte fue bautizado con el nombre de San Rafael en honor al virrey Rafael de Sobremonte.
En los tiempos de la revolución de Mayo la Junta Gubernativa de las Provincias Unidas del Río de la Plata resolvió cambiarlo de ubicación a la actual Villa 25 de Mayo lugar donde hasta hoy perduran las ruinas originales de esa edificación.
El Fuerte de San Rafael constituyó un punto estratégico para el control de los avances de las tribus belicosas y se convirtió en la base para la expansión territorial hacia el sur.
Los que los construyeron
En el Archivo General de la Provincia se encuentra la lista de los 60 individuos que construyeron el Fuerte de San Rafael. En ella figuran entre otros el sargento Eduardo Ramírez, el cabo Manuel Godoy y los soldados Isidoro Quiroga, José Morales, José Astudillo, Manuel Araujo, Manuel Escudero, Isidro Reta y Lorenzo Arenas.
Fuente: http://rodolfoparbst.blogspot.com.ar/2016/01/la-fundacion-del-fuerte-de-san-rafael.html
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