Uno de los principales acceso que cruza de sur a norte de nuestra ciudad lleva su nombre y apellido, pero pasa desapercibido por todos al llamarlo "Costanera".
Nos estamos refiriendo al ex gobernador Ricardo Videla quien a pesar de gobernar en un contexto histórico conocido como "la década infame" en donde el fraude electoral predominó, quedó en la historia de nuestra provincia como uno de los mandatarios más progresista y honestos que tuvo Mendoza en el siglo XX.
Murió casi en la pobreza viviendo con una pensión promovida por la Legislatura, que nunca quiso aceptar.
Empieza por casa
Ricardo Videla nació el 24 de agosto de 1880 en la Ciudad de Buenos Aires. Obtuvo el título de ingeniero y se especializó en el exterior. Se estableció en Mendoza, la tierra de su padres para ejercer su profesión. Fue ministro de Industrias y Obras Públicas del interventor federal José María Rosa (1930-1932).
Después de concluido su mandato como gobernador fue Cónsul general de Argentina en Suiza, cargo diplomático que ocupó por casi una década.
En 1946 aceptó integrar la formula gubernamental con el doctor Félix R. Aguinaga en representación del Partido Demócrata Nacional, pero fue derrotado en los comicios del 24 de febrero. Un año después se radicó en la Capital Federal donde se dedicó al manejo de firmas mendocinas, especialmente en vinos y frutos.
Regresó a nuestra provincia por sus graves problemas de salud y distintos sectores políticos de la Legislatura, en conocimiento de la difícil situación económica por la que pasaba el hogar de don Ricardo Videla, propició concederle una pensión que él nunca pidió y que rechazó. Igualmente, la sanción de esa ley fue el único homenaje que el gobierno de Mendoza le rindiera en vida.
El 27 de agosto de 1960 falleció en Chacras de Coria.
Un ganso en el gobierno
El ingeniero Videla ocupó el cargo de gobernador luego de obtener el triunfo junto al vice Gilberto Suárez Lago en los comicios del 12 de setiembre de 1931 a través del Partido Demócrata.
El 18 de febrero de 1932, Videla asumió como primer mandatario, el cual concluyó 18 de febrero de 1935.
Al iniciar su gobierno, tuvo que afrontar una difícil situación financiera por la repercusión de la crisis mundial pero puso en orden las finanzas eliminando acuerdos de ministros y revisando previamente los gastos. Además los funcionarios del Gabinete y el propio gobernador redujeron sus sueldos. Con estas medidas logró salvar esta excepcional crisis y su acción marcó el comienzo de una larga etapa de acción fecunda y constructiva.
También durante su administración, se creó el Tribunal de Cuentas de la Provincia
Grandes obras, con poco
La crisis no impidió que se concretaran numerosas e importantes obras públicas. Hasta 1934 la red vial completó 2.300 km. Se trabajó en las rutas Mendoza-Desaguadero, San Rafael-General Alvear, Mendoza-San Juan. El arbolado siguió extendiéndose con la plantación de 160.000 ejemplares y se creó la Comisión de Defensa contra aluviones y se inició la construcción del dique San Isidro.
Promovió la diversificación industrial. Para ello se dictó la ley de fomento, que eximía de impuestos a las nuevas industrias, y se otorgaron créditos a las conserveras. También impulsó la producción frutihortícola y alentó la olivicultura, la exportación de frutas, los nuevos cultivos, el fomento a las granjas, la instalación de frigoríficos.
Con respecto a la vitivinicultura, se buscó asegurar la genuinidad de vino. Las leyes prohibieron vinificar fuera de la zona de producción, se ordenó el embotellamiento en Mendoza y se dieron beneficios impositivos a las cooperativas que elaboraran y exportaran vinos.
En 1934, a través de una entidad mixta, al Banco de la Provincia se lo transformó en Banco de Mendoza. La actividad petrolífera y minera también fue relevante. En 1932 se perforó el primer pozo en Cacheuta y más adelante se encontró petróleo en Tupungato. Un convenio con YPF estableció regalías del 11% en bocas de tanques colectores.
La salud tuvo prioridad durante este gobierno, al construirse el pabellón para niños y la sala de maternidad en el hospital Emilio Civit. En el Sur mendocino se erigieron otros hospitales con su equipamiento de última generación para esa época.
Se realizó la campaña de alfabetización local y la construcción de varios edificios escolares. Otra de las acciones en esta materia fue la oficialización de la Academia Provincial de Bellas Artes y la sanción de la Ley de Jubilación del Magisterio, una norma por la cual los docentes venían peleando desde hacía muchos años.
En turismo, se revalorizaron los sitios sanmartinianos por la ruta hacia Chile, desde Canota hasta el paso del Bermejo. Durante esta etapa se inauguraron el monumento a Canota y el hito del fuerte de Picheuta.
Gobernador sanmartiniano
Entre otras actividades, el ingeniero Ricardo Videla fue un apasionado por la historia, en especial la vida y obra de San Martín a quien estudió con gran profundidad.
En 1932 descubrió junto a otro historiador Juan Draghi Lucero, un ruinoso murallón que supuestamente fue el paredón de tiro del campo de instrucción durante la gesta libertadora. Allí se encontraron algunas balas de cañón que el gobernador donó al Museo Histórico Nacional en 1934.
Realizó infinidad de conferencias sobre temas sanmartinianos. Entre sus publicaciones se destacó "San Martín gobernador". Fue además miembro de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/ricardo-videla-el-gobernador-honesto
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