En 1933, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) consolidaba su presencia en Malargüe, una zona estratégica por su potencial hidrocarburífero. La llegada del tractor y el traslado de calderas listas para ser instaladas marcan un momento de inicio operativo, donde la infraestructura pesada comienza a transformar el paisaje rural en un enclave industrial. El tractor, símbolo de avance técnico, representa el esfuerzo logístico para atravesar terrenos difíciles y llevar maquinaria al corazón del yacimiento. Las calderas, esenciales para los procesos de extracción y refinación, están listas para ser descargadas en el punto de operación. La torre, probablemente un derrick de perforación, se alza como emblema de la actividad petrolera incipiente, visible desde la distancia como señal de modernidad y energía. Malargüe, con su clima riguroso y geografía desafiante, se convirtió en un polo de exploración petrolera gracias a la visión estatal de YPF. Estas obras no solo implicaron perforaciones, sino también la creación de infraestructura básica: caminos, viviendas, depósitos, y redes de abastecimiento. La escena forma parte del legado de industrialización temprana en Mendoza, vinculada al modelo de desarrollo nacional impulsado por el Estado. Representa el inicio de una transformación demográfica y económica en el sur provincial, con la llegada de técnicos, operarios y nuevas familias. #YPF1933 #MalargüePetrolero #HistoriaEnergética #ObrasYPF #PatrimonioIndustrial #MendozaAustral #CalderasYPF #TorreDePerforación #CápsulaHistórica #EnergíaYTerritorio #TractorYPF #MemoriaProductiva #MalargüeAntiguo #InfraestructuraYPF #Mendozantigua
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