Nació con el nombre de Florencio Bartolomé Parravicini Romero Cazón en el seno de una familia de linaje italiano e hijo de un acaudalado Coronel argentino. Inquieto e inestable, cambiaba de ideales en segundos, a los 14 años tenía la intención de ser sacerdote, pero al inicio de su adolescencia se despertó su espíritu aventurero y rebelde. Viajó a la Patagonia a cazar lobos, se hizo aviador obteniendo el carnet de piloto civil. A los 25 años se trasladó a Europa donde en fiestas, casinos y burdeles, dilapidó la fortuna heredada de sus padres. Sin dinero se instaló en París donde se ganó el pan como buscavidas y cantor criollo. Regresó a la Argentina para explotar los laxos controles costeros y ser contrabandista en Puerto Deseado. Luego explotando su desparpajo y dominio de varios idiomas fue guía turístico y traductor. Comenzó a presentarse en cafés de poca monta y varietés donde hacía monólogos y actos circenses. En 1906, Jerónimo Podestá lo descubre e incorpora a su compañía teatral, debutando en el Teatro Apolo con el sainete "El panete", Florencio hizo delirar a una platea que lo aplaudió de pie, nacía el gran actor. Se presentaba como descendiente de Napoleón Bonaparte, con un talento para inventar historias comenzó a escribir sus propias obras. En 1926 se presentó en los comicios municipales donde fue electo Concejal Porteño, nunca iba a las sesiones ni presentó proyecto alguno, fiel a su estampa solo organizó un homenaje al príncipe de Gales. Entre sus obras teatrales y films se destacan "El cabo Scamione", "Cristóbal Colón en la Facultad de Medicina", "Melgarejo" y "Los muchachos de antes no usaban gomina". Al enterarse que estaba enfermo de cáncer se suicidó con un disparo en la cabeza el 25 de Marzo de 1941.
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