La noche del 23 de octubre de 2002, el musical Nord-Ost estaba por comenzar en el Teatro Dubrovka de Moscú, cuando entre 40 y 50 insurgentes chechenos, liderados por Movsar Baráyev, irrumpieron en la sala y tomaron como rehenes a 916 personas, entre espectadores y actores. El grupo exigía el retiro inmediato de las tropas rusas de Chechenia, en plena guerra separatista. Durante las siguientes 57 horas, las autoridades rusas negociaron sin éxito. Los secuestradores ejecutaron a una mujer que identificaron como agente del servicio secreto, pero también liberaron a todos los niños y algunos adultos, lo que no modificó la postura del gobierno. Finalmente, el FSB y el grupo de elite Spetsnaz decidieron intervenir. El plan consistió en filtrar un gas somnífero por los conductos de ventilación. Aunque el compuesto exacto nunca fue revelado oficialmente, se cree que contenía derivados de fentanilo, no naloxona como se especuló inicialmente. El cálculo erróneo de la dosis y el volumen del teatro provocó una catástrofe sanitaria: cuando las fuerzas ingresaron disparando, los secuestradores ya estaban inconscientes o muertos, pero también lo estaban 133 rehenes, la mayoría por efectos del gas. Aunque el gobierno ruso afirmó haber salvado a más de 700 personas, la falta de preparación médica para tratar a los intoxicados y el secretismo sobre el tipo de gas utilizado generaron fuertes críticas internacionales. El teatro fue reabierto el 23 de enero de 2003, tras una breve remodelación. #Dubrovka2002 #NordOstTragedia #MoscúSecuestrada #GasLetal #ScrollConHistoria #mendozantigua
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