Ese día, un parlamento provisional en Ankara, capital del naciente Estado turco, decretó la abolición del sultanato, poniendo fin oficialmente al Imperio Otomano, que había gobernado vastos territorios durante más de 600 años. El último sultán, Mehmed VI, abandonó Constantinopla el 17 de noviembre a bordo del HMS Malaya, marcando el cierre definitivo de una era. El Imperio Otomano nació en 1299, cuando Osmán I, líder de una pequeña tribu turca, se estableció en Anatolia tras la decadencia de los imperios Bizantino y Selyúcida. Desde su capital original en Söğüt, el imperio expandió sus dominios hacia Persia, el norte de África y los Balcanes, resistiendo incluso los embates de los mongoles. En 1453, los otomanos conquistaron Constantinopla, marcando el fin del Imperio Bizantino y el inicio de su época dorada. Bajo sultanes como Suleimán el Magnífico, el imperio se convirtió en una potencia multiétnica y multirreligiosa, con altos niveles de organización, eduA partir del siglo XVII, los intentos de expansión hacia Europa central fracasaron, y el imperio comenzó a perder territorios. La Primera Guerra Mundial fue el golpe final: los otomanos se aliaron con Alemania y Austria-Hungría, y enfrentaron movimientos nacionalistas internos, especialmente entre los armenios, quienes fueron víctimas de masacres y deportaciones forzadas que hoy se reconocen como el genocidio armenio. Tras la derrota, los tratados internacionales —especialmente el Tratado de Sèvres y luego el Tratado de Lausana— desmembraron el imperio. Las potencias europeas se repartieron sus provincias como mandatos coloniales, y solo se reconoció a Anatolia como núcleo soberano. En 1923, se proclamó oficialmente la República de Turquía, liderada por Mustafá Kemal Atatürk, quien aboliría también el califato en 1924cación y tolerancia religiosa para su tiempo. #Scroll1922 #FinDelImperio #OtomanoACivil #DeSultanARepública #AnatoliaRenace #mendozantigua
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