El 4 de Enero de 1929, en Buenos Aires, nacía un pilar del humor cándido y costumbrista, ese día llegaba al mundo el entrañable y querido Juan Carlos Altavista.

Creció en el seno de una humilde familia, desde pequeño fue extrovertido y alegre, ingresó en el “Teatro Infantil Lavardén” donde creció artísticamente junto a Julia Sandoval y Beba Bidart. Su crecimiento actoral lo hizo codearse con maestros del teatro como Narciso Ibañes Menta y Luis Sandrini, de los que aprendió las bases de su arte, en esos días conoció a Raquel Álvarez, de quien se enamoró y pasó el resto de su vida, teniendo tres hijos. El amigo y escritor Juan Carlos Chiappe le acercó el diseño de un personaje inspirado en un “Ciruja” que trabajaba en una quema de basura, vestido desarreglado con boina y alpargatas, nacía el personaje de “Minguito Tinguitella”. Con este inocente y desinformado personaje hizo las delicias en la radio y el teatro. Cuando el productor Gerardo Sofovich lo convoca para sumarse al exitoso “Polémica en el bar” Altavista cambia en parte la vestimenta de su personaje acercándola a la del recuerdo de su padre, pantalón desarreglado, camisa mal abrochada, un echarpe, sombrero y el clásico escarbadientes. Formó parte de una de las páginas mas memorables de la televisión Argentina junto a Jorge Porcel, Fidel Pintos, Javier Portales, Vicente La Russa, Mario Sánchez y Adolfo García Grau. El éxito alcanzado con este personaje le abrió las puertas del cine, en el que siempre interpretó a Minguito u otros personajes similares, buenos, mal instruidos pero de gran corazón. A decir verdad parecidos a él mismo, salvo en que Altavista en un erudito lector de clásicos de la literatura. Durante su carrera filmó mas de 50 películas que permanecen en la memoria colectiva del pueblo Argentino, le diagnosticaron síndrome de Wolff-Parkinson-White que le provocaba taquicardias paroxísticas que aceleraban su ritmo cardíaco, finalmente la muerte lo alcanzó el 20 de Julio de 1989.