San Martín: El estratega que eligió no matar argentinos

Este 17 de agosto se cumplen 175 años del fallecimiento del general José de San Martín en Boulogne-sur-Mer, Francia, país que consideraba su segunda patria. Más allá de sus hazañas militares, San Martín fue un hombre de pensamiento ilustrado, con una visión política profunda que se refleja en sus lecturas, sus decisiones estratégicas y su modo de ejercer el gobierno. Desde los 13 años conoció el combate, pero nunca perdió de vista la dimensión moral de la guerra. Se destacó como organizador de ejércitos y conductor en el campo de batalla, pero también como estadista que comprendía las complejidades sociales y políticas de América. En sus cartas, advierte sobre los riesgos de emprender campañas en territorios como el Alto Perú, donde la población estaba habituada al sometimiento y las élites mostraban escaso fervor revolucionario. Le dolían las revueltas internas en plena lucha por la independencia, como las de 1816 en Santiago del Estero y Salta. En su proclama desde Valparaíso, antes de embarcarse al Perú, denuncia la anarquía y el faccionalismo que amenazaban con destruir lo conquistado. Critica con dureza el intento de imponer un sistema federativo en un país desorganizado, dividido y sin experiencia en gobierno: “El genio del mal os ha inspirado el delirio de la federación”, escribe. San Martín se negó a participar en la guerra civil contra los federalistas. Su ejército era el único que conservaba su moral, y temía perderla si se sumaba a una campaña interna. “Jamás derramaré la sangre de mis compatriotas”, afirma con firmeza. Su prioridad era la libertad del Perú, y sabía que una victoria en la guerra civil sería una derrota moral. En sus cartas a los jefes realistas en Perú, insiste en evitar el derramamiento de sangre: “Solo llego al campo de batalla cuando se me cierran todos los otros caminos para llegar al templo de la paz”. Y reafirma su ideal: “Tenemos la responsabilidad de la gloria mayor a que puede aspirar un hombre: asegurar la felicidad de nuestros países, sin sangre y sin lágrimas”. Su compromiso con la educación fue igual de firme. Fundó escuelas y bibliotecas, como la de Lima, a la que donó más de quinientos libros de su colección personal. Denunció el sistema colonial que mantenía encadenado el pensamiento americano, y llamó a los nuevos gobiernos a liberar el impulso hacia la perfectibilidad. En tiempos donde la historia suele usarse como herramienta de disputa, San Martín nos recuerda que su legado no pertenece a las querellas menores. Su figura excede cualquier apropiación partidaria. Hoy, más que nunca, vale la pena escucharlo en sus propias palabras. #SanMartín175Años #LibertadorDeAmérica #PensamientoIlustrado #HistoriaArgentina #EducaciónYLibertad #UnidadNacional #MemoriaHistórica #NoALaGuerraCivil #SanMartínVive #LegadoDelLibertador #Mendozantigua