En 2001: en Argentina, en medio de una gran crisis económica, saqueos e incidentes con decenas de muertos, renuncia el presidente Fernando de la Rúa. Hacia el 19 de diciembre, la situación social se volvió incontrolable, con saqueos y desmanes en los puntos más importantes del país. El Presidente llamó a la población a la calma. De la Rúa respondió decretando el Estado de Sitio en todo el país. Sin embargo el vandalismo no disminuyó, e incluso aumentó a pesar del estado de sitio. Finalmente se produjeron 38 muertos y más de dos mil heridos. La rebelión popular, en lugar de terminar, sumó el apoyo de la clase media, histórico bastión electoral del radicalismo. La misma se implicó por el congelamiento de los depósitos bancarios. A la medianoche renunció el ministro de economía Domingo Cavallo y el resto del gabinete puso sus renuncias a disposición del Presidente.
El 20 de diciembre la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires estaban desbordadas por una ola de saqueos a supermercados y establecimientos comerciales de diversos tipos. A esto se le sumó un cacerolazo generalizado y marchas de miles de personas autoconvocadas que reclamaban la renuncia del gobierno. En el centro porteño la policía federal era desbordada, aunque lograba mantener la violencia fuera de la Plaza de Mayo.
Los gremios convocaron a huelgas como protesta por el estado de sitio. Inicialmente la CTA inició una huelga de 24 horas el 20 de diciembre. Al día siguiente (a pesar de haber tenido lugar la renuncia de De la Rúa) se sumarían la CGT de Rodolfo Daer en una huelga de 36 horas y la de Hugo Moyano por tiempo indeterminado. El Presidente perdió definitivamente el respaldo de la mayoría de su propio partido, la Unión Cívica Radical, y aferrado al escaso sector radical que aún le respondía intentó convocar al justicialismo a un acuerdo de gobernabilidad, sumándose al gobierno. El rechazo del PJ decidió a De la Rúa a presentar su renuncia al Parlamento a las 19.45 horas del 20 de diciembre de 2001, cuando no había completado sino apenas la mitad de su mandato constitucional. La imagen del renunciante Presidente saliendo en helicóptero de la Casa Rosada, quedó grabada para siempre en el recuerdo de los argentinos. Este hecho tuvo además como afectado al partido político del ex presidente, perdiendo la mayoría de las elecciones que se realizaron hasta la actualidad, debilitando a la Unión Cívica Radical frente a un peronismo en alza, que ante la ausencia de su rival clásico llegó a dividirse en dos frentes.
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