La batalla de Tucapel también conocido como el desastre de Tucapel fue una pelea decisiva efectuada dentro del contexto de la Guerra de Arauco entre los mapuches liderados por Lautaro y las huestes de Pedro de Valdivia en la loma de Tucapel, Chile el 25 de diciembre de 1554. Resultó en una derrota para los españoles y la captura y muerte de Valdivia. Acabó el mito de la invencibilidad española en batallas campales entre los mapuches. Existen varias versiones y mitos sobre la muerte que sufrió Valdivia. Según Jerónimo de Vivar, el toqui Caupolicán pidió personalmente la ejecución de Valdivia, que fue muerto con una lanza y su cabeza puesta en ella, exhibiéndola a los otros españoles.Alonso de Góngora Marmolejo escribe que Valdivia ofreciendo como rescate por su vida, prometió que evacuaría los establecimientos españoles en sus tierras y les daría grandes manadas de animales; pero según la versión de Góngora Marmolejo, "esto fue rechazado y los mapuches cortaron sus antebrazos, los asaron y comieron delante de él antes de asesinarlos a él y al sacerdote".Pedro Mariño de Lobera también escribió que Valdivia ofreció evacuar las tierras mapuches pero poco después fue muerto por un guerrero vengativo llamado Leucotón. Él dijo que Valdivia no mantendría su palabra una vez libre, y por este motivo lo ejecutó con un gran mazazo en la cabeza.
Leucotón fue nominado para cumplir con esta sentencia de muerte, poco sanguinaria, pues era un experto macero y mataba limpiamente de un solo golpe.Lobera también dice, circuló una historia en esos días por Chile en la que Valdivia fue muerto dándole a beber el oro fundido que los españoles deseaban tanto; quemando sus entrañas.
Una leyenda posterior dice: Lautaro llevó al campo mapuche a Valdivia y le dio muerte después de tres días de atroces torturas, extrayéndole a carne viva el corazón y comiéndoselo junto a los toquis. La realidad más probable es que se haya buscado una muerte rápida y digna de un buen guerrero, ya que el sólo se comían los corazones de guerreros extraordinarios, y su objetivo era consumir la fuerza de su antiguo dueño, y no un mero acto caníbal.
Su cráneo fue extraído y sirvió como trofeo al ser usado como vasija contenedora de chicha,entre los principales toquis; fue devuelto medio siglo más tarde junto al de Martín Óñez de Loyola a los españoles como prueba de pacificación por el cacique Pelantarú. Lautaro arrasó sistemáticamente las ciudades españolas (Concepción, Angol). Provocó el abandono de los fuertes y el despoblamiento de la zona de Concepción. Dos veces saqueó e incendió Concepción, centro de los asentamientos españoles en el sur de Chile.
Tucapel fue el fin del mito de la invencibilidad española en América. Los mapuches experimentaron y aprendieron unas tácticas que les permitirán mantener la guerra por un siglo más: uso de guerrillas y emboscadas, concentrarse aprovechando líneas interiores y ganar gracias a la combinación de armas. Se percataron de la debilidad de la caballería española en zonas pantanosas y de bosques densos. Descubrieron el cansancio que afectaba a los españoles cuando la batalla se prolongaba por demasiado tiempo dado que el uso de armaduras dificultaba sus movimientos y les agotaba físicamente. Las soluciones de Lautaro al tipo de guerra que planteaban los españoles han sido estudiadas por academias militares. Lautaro arrasó sistemáticamente las ciudades españolas (Concepción, Angol). Provocó el abandono de los fuertes y el despoblamiento de la zona de Concepción. Dos veces saqueó e incendió Concepción, centro de los asentamientos españoles en el sur de Chile.
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