Nacido en Buenos Aires en 1936, con carisma y gracia natural se dedicó de muy joven a animar fiestas y contar historias en un restaurante de Barracas. En 1957 se encontraba entre los presentes el famoso conductor y animador Uruguayo, Juan Carlos Mareco, quien lo recomendó para el programa “La revista dislocada” junto a Carlos Balá, Mario Sapag y Nelly Beltrán. Su simpatía y desenvoltura rápidamente lo llevó a la TV, los hermanos Sofovich lo incluyeron en las primeras “Operación ja ja” y luego a “El botón”, quizás el programa humorístico con el mayor número de luminarias, el destino quiso que entre ellas se encontraba una estrella naciente del humor con quien Jorge formara la dupla de humoristas mas famosa de América, Alberto Olmedo. A partir de 1970 Porcel y Olmedo se convirtieron en reyes, lo que tocaban se convertía en oro, con la fórmula de comedias picarescas y guiones sólidos de los Sofovich reinaron durante 2 décadas. Porcel dominó también la TV, fue un integrante fijo en “Polémica en el bar” y ante la muerte de Fidel Pintos se quedo con su personaje en la “Peluquería de Don Mateo” esos programas no bajaban de 6 millones de espectadores, casi un tercio de la población Argentina de esa época. En 1988 la repentina muerte de Alberto Olmedo, lo dejó devastado, casi de inmediato se fue a vivir a Miami, allí lo contrató una cadena local donde animaba las noches con su programa "a la cama con Porcel", donde también desarrollaba su otra pasión, cantar boleros. En 1993 un productor de cine lo llama para que se presente a un casting para un papel de una película que estaba por filmar Brian De Palma, cuando Porcel se presentó, para su mismo papel estaba Robert Duvall, sin embargo la prueba fue un éxito, y Porcel consiguió el papel de “Sasso” el dueño de un local nocturno en la película “Carlitos Way”. Durante el rodaje, Porcel recibiría un inesperado regalo de parte del protagonista principal, en un alto en la filmación Al Pacino le dijo que un amigo le comentó que Porcel en su país había filmado mas de 40 películas y que para confirmarlo fue a un videoclub y compró alguna de ellas para verlas durante la noche, a lo que finalmente le dijo “Sr usted en un maestro, es un gusto filmar a su lado”, Porcel lo tomó como el mayor halago de su carrera. Su salud se deterioro en 1995, se convirtió en pastor evangélico y se retiró de la televisión para regentear un restaurante en la misma Miami llamado “A la pasta con Porcel”, el Parkinson y problemas de columna lo confinaron a una silla de ruedas hasta que el 16 de mayo, en el Mercy Hospital de Miami, fallecía “El gordo Porcel” como lo conoció toda América.
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