Nacida como Golda Mabovitch en el seno de una marginal familia judía, sufrió penurias, hambruna y abandonos que utilizó para templar su carácter. A pesar de emigrar a los EEUU las carencias y discriminaciones no cesaron, Según la propia Meir, "Si cabe una explicación al rumbo que tomó mi vida, fue seguramente mi deseo y determinación que nunca más un niño judío tuviera que vivir semejante experiencia". Se formó en la North Division High School, para huir de sus autoritarios padres se mudó con su hermana Sheyna, afiliada a las juventudes socialistas judías. Esta época fue el punto de inflexión, pasó de una joven sumisa a una activista y apasionada luchadora por los derechos sionistas. Se casó con Morris Meyerson y en 1921 se trasladaron a Eretz Israel, en el Mandato Británico de Palestina donde realizaban tareas agrarias hasta su mudanza a Tel Aviv donde retomó sus actividades políticas. Como presidenta del "Concejo de mujeres trabajadoras" se dedicó a viajar por el mundo recaudando fondos para refugiar y reasentar a los judíos que huían de la segunda guerra mundial. Finalizada la guerra, Golda se convirtió en la presidenta del "Sojnut", el comité central de la Agencia Judía, desde el que monitoreó el proceso de partición de Palestina y la creación del Estado de Israel. Golda consiguió en solo 3 meses armar un ejército para defender las nuevas tierras y fue nombrada embajadora en Moscú, hasta que en 1949 fue electa diputada por el partido Mapai. Ben-Gurión la nombró ministra de Trabajo y Seguridad Social, puesto desde el que logró concretar un ambicioso plan de carreteras y construir una cantidad inusitada de viviendas para los nuevos colonos. Entre 1956 y 1966 fue ministra de relaciones exteriores, en esos convulsionados años tuvo que lidiar con la guerra del Sinaí y la guerra de los 6 días, se había convertido en "La dama de hierro". En 1969 fue elegida "Primer ministro", puesto desde el que logró una alianza definitiva con los EEUU. En 1972 luego de la "Masacre de Munich", diseñó y encabezó la operación "Cólera de dios" que persiguió y asesinó a la mayor parte de los integrantes de la agrupación "Septiembre negro" y la "OLP". La gran cantidad de "errores", asesinatos de inocentes y daños colaterales la ponían por primera vez en su vida en una posición incómoda frente a la ONU. En 1973 una alianza árabe sorprendió a Israel iniciando la Guerra de Yom Kipur, si bien Golda logró doblegar a sus enemigos, no pudo evitar ser criticada por no prever el ataque. Luego de su renuncia en 1974 siguió siendo una referente de la política israelí a tal punto de ser elegida por el presidente egipcio Anwar el-Sadat para que lo recibiera en su primer viaje de un líder árabe a territorio de Israel. Se fue a pasar sus últimos días en la casa de su hija Sara hasta su muerte el 8 de Diciembre de 1978, sus restos descansan en el panteón de los "Grandes de la Patria", en el Monte Herzl de Jerusalén.
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