Circa 1915. Entre Ríos. No sabemos de dónde proviene este grupo de inmigrantes, pero se los ve contentos y recién llegados. Fuente: @archivovisualargentino

Tanto que aún no está aplastado el pasto alrededor de la casilla. Han traído sus cacharros y enseres para unos días. Seguramente vienen para trabajar en la cosecha. Se ven varios tarros lecheros que serán para el agua. Al muchachito de la derecha ya le han encargado que cuide a los otros chiquitos, a los que lleva de la mano. Hay hombres de bombachas, pero la mayoría de las pilchas son de ciudad, que es lo que tienen todavía. En el centro, un hombre de anteojos, agarrando un mate de calabaza con guampa bien entrerriana. Con la rodilla levantada otro se hace el loco con una pava grande de esas que se usaban en la cocina económica para tener agua caliente siempre. A la izquierda, otro muchacho está recostado en la casilla, como queriendo salirse de la foto a la izquierda: ya parece más acriollado, con chambergo, pañuelo a la espalda, faja de las negras anchas y se ha hecho como un culero de una bolsa de arpillera descosida. La casilla es de las que hacían de madera sobre una chata playa de cuatro ruedas y con lanza para poder atar los caballos o bueyes. Eran fuertes y pesadas, y como eran altas, se usaba la parte de abajo para dejar cosas y a la sombra. Entre los hombres y las sonrientes mujeres, un poco más atrás, se ve otro carrito de rueda de fierro. Tal vez un prototipo que han armado para la comparsa. Se los ve contentos. También al zaino pangaré que se ve atrás aprovechando un rato antes que empiece el pique fuerte. Gracias Diego Fariña por mirar la imagen y ofrecernos esta gran descripción. La imagen fue tomada por el jujeño Cirilo Amancay Pinto, que se había radicado en Paraná, Entre Ríos, donde fue docente y tuvo otras profesiones. Todos los aportes, bienvenidos. Fuente de la imagen: @museoleguizamon (Paraná, Entre Ríos) #ArchivoVisualArgentino