En plena dictadura militar, durante la edición de 1978 de la Fiesta Nacional de la Vendimia, un niño mendocino de seis años, Gabriel Santiago Lecerasi, fue protagonista de una escena cuidadosamente orquestada: frente al presidente Jorge Rafael Videla, vestido con uniforme de gala, Gabriel se acercó y pronunció una frase que resonaría en los medios: “Un beso grande para usted, en nombre de todos los niños mendocinos”. La imagen, tomada en un salón oficial con alfombra y paredes de madera, muestra al pequeño con ropa informal —camiseta a rayas y pantalones cortos rodeado por altos mandos de la Fuerza Aérea. El contraste entre la espontaneidad infantil y la solemnidad militar revela el uso simbólico de la infancia como gesto de legitimación pública.
Fuente: Diario Los Andes.
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