lunes, 24 de julio de 2017

♨️ Septiembre de 1938: Termas de Río Hondo, un oasis termal en plena transformación. Santiago del Estero, Argentina


En septiembre de 1938, una vista panorámica de Termas de Río Hondo, en la provincia de Santiago del Estero, capturaba el contraste entre sus humildes orígenes y el incipiente desarrollo urbano. Las cabañas de adobe y techos de paja convivían con construcciones más modernas, reflejando el crecimiento de una ciudad que ya era reconocida por sus aguas termales curativas, únicas en América Latina por su extensión y composición mineral. Las propiedades curativas de las aguas de Río Hondo eran conocidas desde tiempos precolombinos, utilizadas por pueblos originarios como los tonocotés. A fines del siglo XIX, médicos y viajeros comenzaron a recomendar sus baños para tratar reumatismo, afecciones respiratorias y problemas dermatológicos. En 1938, la ciudad aún no había sido oficialmente fundada (lo sería en 1954), pero ya funcionaban albergues, posadas y piletas públicas, que atraían visitantes de todo el país. La imagen de 1938 muestra una ciudad en transición: casas rústicas en primer plano y edificaciones de ladrillo en el fondo, anticipando el crecimiento que vendría con el turismo termal. El auge del ferrocarril y la mejora de caminos facilitaron el acceso desde Tucumán, Córdoba y Buenos Aires. En las décadas siguientes, se construirían hoteles, balnearios y clínicas especializadas, consolidando a Termas como capital termal de Argentina. Hoy, Termas de Río Hondo cuenta con más de 14 millones de litros diarios de agua termal, distribuidos en toda la ciudad, lo que la convierte en un fenómeno geológico único. Además de su valor terapéutico, el sitio es parte del patrimonio cultural santiagueño, con festivales, museos y una identidad ligada al bienestar y la tradición. #Termas1938 #RíoHondoHistórica #AguasQueCuran #PanorámicaTermal #SantiagoDelEstero #mendozantigua 

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