Durante el gobierno popular del entonces presidente Hipólito Yrigoyen,
nuestra provincia fue intervenida. Eufrasio Loza fue nombrado por el presidente
para la función de interventor. Pero él estaría al frente por un breve
tiempo.
En enero de 1918, se realizaron las elecciones para gobernador. Por
primera vez, el ganador fue el candidato por la Unión Cívica Radical. Su
nombre: José Néstor “Gaucho” Lencinas.
La caída del Pancho
Desde principios de 1914 asumió como gobernador Francisco “Pancho”
Álvarez, quien lo hizo a través de un nuevo partido político, llamado Partido
Popular, y cuya elección estuvo a cargo del Colegio Electoral.
En poco tiempo, en el contexto de la Primera Guerra Mundial y con una
mala administración, Mendoza quedó sumida en una gran crisis económica y
financiera. Los empleados públicos no cobraban sus sueldos, cientos de personas
quedaron cesantes de sus trabajos.
Ante la falta de dinero, el gobierno empezó a emitir bonos para salir
del paso. Y la gente comenzó a agolparse en las “ollas populares”, apostadas en
las esquinas, para paliar el hambre y la grave situación.
Irritada, parte de la población aumentaba su descontento contra el
entonces gobernador Francisco Álvarez. Además, el mandatario mendocino
enfrentó una de las revueltas más sangrientas, que se produjo el 25 de
setiembre de 1917, en la que se reprimió con energía a miles de manifestantes.
Esta fue la última gota que rebasó el vaso. El presidente Hipólito
Yrigoyen decretó la intervención provincial y eligió al cordobés Eufrasio Loza
para esa misión.
Un militante del radicalismo
El doctor Eufrasio Loza nació en la provincia de Córdoba el 31 de marzo
de 1871. Se graduó en Derecho y Ciencias Sociales a los 23 años. Fue fiscal de
Estado a poco tiempo de recibirse y también se destacó como docente en la
cátedra de Derecho Romano. Además, fue decano de aquella facultad.
Su vida política se inició militando en el partido de la Unión Nacional
y, poco después, apoyó la candidatura presidencial de Roque Sáenz Peña. Con el
meteórico surgimiento de la Unión Cívica Radical, inmediatamente se unió a sus
filas y fue electo senador provincial.
En los comicios de 1915, Loza se postuló candidato a la gobernación de
Córdoba, obteniendo gran cantidad de votos, frente a su oponente del Partido
Demócrata, el doctor José Félix Cafferatta.
Esta elección le permitió destacarse por primera vez como representante
del radicalismo al ocupar el más alto cargo de esa provincia. Su mandato fue
breve: luego de ocupar el puesto en mayo de 1916, renunció al año siguiente.
Luego fue designado ministro de Obras Públicas de la Nación durante el
gobierno de Marcelo T. de Alvear y tuvo un importante puesto en la
justicia.
Falleció en la ciudad de Buenos Aires el 24 de setiembre de 1928.
Loza llegó a Mendoza
En la tarde del 28 de noviembre, Loza llegó en tren desde Buenos
Aires para hacerse cargo de la gobernación de Mendoza.
Previo a su arribo, una multitud se agolpó en la calle Las Heras (frente
al acceso de la estación del ferrocarril) con el fin de saludar al nuevo
funcionario nacional.
Al bajarse del convoy, Loza fue aclamado por el público presente y
acompañado hasta su lugar de alojamiento: el Gran Hotel, ubicado por aquel
entonces en calle Gutiérrez 27 de Ciudad, frente a la plaza San Martín.
Cientos de personas transitaban por las calles aledañas con banderas de
la Unión Cívica Radical, saludándolo y acompañándolo.
En el hotel, tomaron la palabra algunos miembros del Partido Radical,
quienes expusieron sus críticas contra el entonces primer mandatario Álvarez y
exclamaron sus esperanzas para el nuevo gobierno.
Después de dejar al interventor, los fervientes militantes partieron
hacia la Alameda, donde se sucedieron varios discursos antes de disolverse la
manifestación.
La jura del interventor
Antes de las 8 de la mañana del 29, el gobernador Francisco Álvarez
llegó a la Casa de Gobierno, ubicada en calle Rivadavia 400, de Ciudad. Minutos
después se hicieron presentes sus ministros, legisladores, miembros del
Poder Judicial y el obispo de Cuyo. Todos esperaban la aparición del nuevo
interventor federal Eufrasio Loza.
Mientras tanto, el mandatario Álvarez se despedía de los empleados y
ministros de su gobierno. Al llegar, Loza saludó a todos; en sus manos tenía el
decreto del Presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen, que lo autorizaba para
ser interventor.
Pasado el mediodía, Eufrasio Loza, acompañado por funcionarios de la
intervención y por el coronel Octavio Fernández, fue recibido por el jefe de la
Policía de Mendoza, Cornelio Giménez, quien le entregó simbólicamente la Casa
de Gobierno. Posteriormente, los funcionarios nacionales fueron atendidos por
el secretario del ministerio de Gobierno y Loza tomó posesión del cargo ante el
aplauso de las autoridades.
El ahora exgobernador Francisco Álvarez, conocido también como “Pancho
hambre”, partió por la tarde hacia su hogar acompañado por varios de sus
colaboradores.
Días después, el doctor Loza inició sus actividades con gran energía
para poder revertir la grave crisis económica que la provincia
atravesaba.
Entre algunas de las medidas, impulsó el achique del Estado provincial y
la recomposición de las cuentas a través de bonos.
Además, Loza llamó en enero de 1918 a elecciones. Tras el proceso
electoral, resultó ganador José Néstor Lencinas, quien asumió como gobernador
en marzo de ese mismo año.
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