El 16 de febrero de 2008, en la isla noruega de Spitsbergen se inauguraba la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. (Efemérides Históricas)

En 1974, los directores del Reales Jardines Botánicos de Kew, en las afueras de Londres, dieron el primer paso cuando comenzaron a estudiar la manera de conservar muestras de semillas. A partir de la publicación de sus primeros trabajos surgieron cientos de emprendimientos estatales y privados por todo el mundo. Siempre el de Kew estuvo a la vanguardia. Sin embargo su talón de aquiles es que las condiciones de temperatura y humedad ambiente dependen de la energía, ante cualquier crisis toda su colección estaría en peligro. Alí es donde el gobierno noruego propuso una solución, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Pese a que los directores de Kew y el gobierno británico lograron que la ONU globalizara su proyecto, los noruegos siguieron adelante. Con un 75% de aportes del estado y el resto de aportantes privados como el mismísimo Bill Gates, en el año 2000 comenzó la construcción de la Bóveda. Resistente a terremotos, radiación, aumento del nivel del mar y meteoritos, la bóveda se encuentra en centro de una montaña en la isla Spitsbergen. En caso de un fallo energético, la propia temperatura de la montaña brinda la temperatura ideal. Desde su apertura 16 de febrero de 2005 ya se depositaron mas de un millón de muestras de unas 5 mil especies. La capacidad de unas 4.5 millones de muestras de unas 24 mil especies. Desde su apertura solo una vez se requirió una muestra, fue en 2015 cuando debido a la guerra en Siria se destruyó el depósito de Alepo. Esta bóveda pertenecía al "Millennium Seed Bank Project" bajo la órbita del Real Jardin Botánico de Kew. Cuando parecía que la solución Noruega era la única viable, también mostró su vulnerabilidad. En 2017 el súbito derretimiento del permafrost, la capa de hielo sobre la montaña, hizo subir el nivel del agua frente al tunel de acceso. Para ser una instalación de 10 millones de dólares diseñadas por craneos noruegos, tuvo una falla demasiado ingenua, se filtró agua por debajo de la puerta. Afortunadamente al descender por el túnel la tempertura interior la congeló y no llegó a las semillas.