El tenor que logró lo que pocos: unir la excelencia lírica con la popularidad global. Hijo de Fernando Pavarotti, tenor aficionado, y Adele Venturi, creció en un hogar humilde, marcado por la guerra, pero lleno de música y afecto. Su tesoro más preciado era un tocadiscos rudimentario, donde escuchaba junto a su padre a gigantes como Caruso, Gigli, Schipa y Di Stefano. Aunque también brillaba en el fútbol, su madre lo alentó a seguir el canto. Estudió con Arrigo Pola y Ettore Campogalliani, debutando formalmente el 29 de abril de 1961 como Rodolfo en La Bohème, en Reggio Emilia. Desde entonces, su ascenso fue meteórico: La Scala de Milán, el Metropolitan Opera de Nueva York, y una consagración definitiva con Tonio en La hija del regimiento, donde ejecutó con perfección su famosa aria de nueve do de pecho, junto a Joan Sutherland. Su talento lo llevó a la portada del New York Times. Pavarotti brilló en todas las grandes obras: La Traviata, Madame Butterfly, Rigoletto, Turandot, donde su interpretación de Nessun dorma se volvió legendaria. Junto a Plácido Domingo y José Carreras, formó Los Tres Tenores, llevando la ópera a estadios y públicos masivos. Comprometido con causas humanitarias, ofreció conciertos benéficos para la Cruz Roja Internacional y colaboró con artistas como Bono, con quien interpretó la emotiva Miss Sarajevo. Falleció el 6 de septiembre de 2007, víctima de cáncer de páncreas, dejando una huella imborrable en la música y en el corazón del público. #PavarottiEterno #VozDelSiglo #NessunDorma #TresTenores #ÓperaParaElMundo #Mendozantigua
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