El 14 de octubre de 2003, fallecía en Buenos Aires Javier Portales, actor, guionista y figura clave del humor nacional. Nacido como Miguel Ángel Álvarez el 21 de abril de 1937 en Tancacha, Córdoba, fue mucho más que un partener: fue el engranaje invisible que hizo funcionar a los capocómicos más queridos del país. Su carrera comenzó en el cine con un pequeño papel en Reencuentro con la gloria (1957), pero fue en 1961, con Quinto año nacional, que se hizo conocido. A partir de allí, participó en más de 50 películas, casi todas comedias, donde su talento consistía en hacer lucir a los demás sin dejar de brillar. En 1963 dio el salto a la televisión con Operación Ja-Já, y luego se convirtió en figura central de Polémica en el bar, uno de los programas más emblemáticos de la TV argentina. En 1970, sorprendió como dramaturgo con La sartén por el mango, obra que fue llevada al cine por Manuel Antín. Aunque trabajó con leyendas como Carlos Balá, Jorge Porcel y Juan Carlos Altavista, su dupla más recordada fue con Alberto Olmedo. Juntos crearon momentos inolvidables en No toca botón, especialmente en el sketch “Álvarez y Borges”, donde el contraste entre el intelectual y el popular generaba un humor fino y entrañable. A fines de los años ’90, su salud se deterioró y quedó en silla de ruedas. Murió en silencio, pero su legado sigue vivo en cada risa que provocó desde el segundo plano, ese lugar donde solo los grandes de verdad saben brillar. #JavierPortales #HumorCriollo #ÁlvarezYBorges #NoTocaBotón #LeyendaSilenciosa #mendozantigua
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