El 14 de octubre de 1959, en Vancouver, Canadá, fallecía Errol Flynn, actor australiano-estadounidense que encarnó como nadie al romántico rebelde, al héroe temerario y al galán de capa y espada. Su vida fue tan intensa como sus películas: llena de viajes, excesos, gloria y caída. Nacido el 20 de junio de 1909 en Hobart, Tasmania, hijo del prestigioso científico Theodore Thomson Flynn, fue expulsado de varios colegios por su carácter indomable. Practicó deportes, boxeó, y hasta se embarcó en aventuras mineras en Nueva Guinea, donde contrajo malaria. Tras estudiar teatro en Inglaterra, llegó a Hollywood sin experiencia, pero con un físico atlético y un carisma que lo hicieron irresistible para Warner Bros. Entre 1935 y 1955, protagonizó más de 50 películas, destacándose en clásicos como El capitán Blood, Robin de los bosques, Camino de Santa Fe y Murieron con las botas puestas. Fue considerado el sucesor de Douglas Fairbanks, y su imagen quedó asociada al cine de aventuras y al ideal masculino de la época. Sin embargo, su vida personal fue turbulenta. El abuso de alcohol y drogas deterioró su salud, y aunque quiso enlistarse en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, fue rechazado por su estado físico. En los años ’50, su carrera declinó. Su última aparición fue en el estreno del documental Cuban Rebel Girls (1959), antes de viajar a Vancouver para vender su yate. Allí, sufrió un infarto agudo de miocardio y murió a los 50 años, aunque su aspecto físico hacía pensar que tenía más de 70. Fue enterrado en el Forest Lawn Memorial Park de Glendale, California, donde descansan otras leyendas del cine. Su legado permanece como símbolo de una era dorada, donde el cine era aventura, romance y riesgo. #ErrolFlynn #LeyendaDorada #RobinDeHollywood #CineClásico #HéroeYCaída #menozantigua
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