La Hermandad de la Santa Caridad de Jesucristo comenzó a operar como grupo de socorristas voluntarios en Buenos Aires en 1727, aunque su funcionamiento fue oficialmente aprobado por Real Cédula el 16 de octubre de 1754. Su fundación fue inspirada por la urgente necesidad de asistencia ante las devastadoras epidemias de viruela que asolaban la ciudad, dejando a los más pobres en una situación de total desamparo (sus cadáveres a menudo eran arrastrados por las calles). El impulsor original fue Juan Guillermo González y Aragón nacido en Cádiz, luego sacerdote, quien, conmovido por el sufrimiento, creó esta entidad basándose en modelos españoles. Más tarde, su hijo, el sacerdote José González Islas, continuó la labor. La Hermandad se convirtió en el primer gran centro asistencial de la ciudad, enfocado en: Atención a pobres, huérfanos y desamparados. Ofrecer sepultura digna a quienes no podían costearla (mientras los pudientes se enterraban en templos, los pobres y esclavos quedaban en terrenos aledaños). Operar un Hospital de Mujeres, una Botica (farmacia) y una escuela para huérfanas. Contaron con la ayuda de la orden de los Betlemitas para un hospital de hombres y trajeron a las primeras monjas catalinas a Buenos Aires para la atención de enfermos. Ilustres figuras de la época apoyaron la causa, como el padre de Manuel Belgrano, Domingo Belgrano, quien fue socio fundador y realizó donaciones significativas. La era de la Hermandad terminó abruptamente el 1º de junio de 1822. El gobernador Martín Rodríguez, a instancias de su ministro Bernardino Rivadavia, decretó la cesación de sus funciones y la confiscación de todos sus bienes y propiedades (incluyendo los de la orden Betlemita), sin indemnización. Con estos recursos y personal se fundaría, en 1823, la Sociedad de Beneficencia, impulsada por Rivadavia. Los fundadores, padre e hijo, están sepultados en la Iglesia de San Miguel. #HistoriaOculta #CaridadVintage #RivadaviasConfiscó #PrimerosSocorristas #mendozantigua
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