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En 1908, las hermanas María Unzué de Alvear y Concepción Unzué de Casares anunciaron que levantarían en el barrio La Perla de Mar del Plata un asilo para huérfanos acompañado de un oratorio. La iniciativa fue comunicada a las autoridades municipales, nacionales y al papa Pío X, quien respaldó el proyecto. El diseño quedó en manos del arquitecto francés Louis Faure-Dujarric, quien adoptó el estilo neobizantino y utilizó materiales nobles como mármol de Carrara y Abisinia, roble de Eslavonia y mosaicos venecianos laminados en oro. Las piezas llegaron desde Francia e Italia como un rompecabezas monumental, ensamblado en Mar del Plata por artesanos europeos. En 1909, dos expertos viajaron para dirigir la obra, que en apenas dos años alcanzó los 10.000 m² cubiertos y 7.500 m² de parque. El oratorio se destacó por su cúpula coronada con cruz latina, un Cristo de inspiración oriental y una imagen de la Inmaculada Concepción tallada en un solo bloque de mármol, flanqueada por columnas policromas y ángeles de bronce. El púlpito, realizado en mármol de Carrara y Abisinia, fue exhibido previamente en la Exposición Internacional de Arte Sacro de Sevilla (1910), donde obtuvo el primer premio. El 8 de diciembre de 1911, el Instituto fue inaugurado y donado a la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal. Allí se alojaron unas 300 niñas, cuidadas por las Hermanas Misioneras Franciscanas de María, quienes impartían formación cristiana, estudios primarios y secundarios, además de cursos de bordado, confección y teatro. En 1945, el gobierno nacional transfirió el Instituto a la órbita oficial, iniciando su decadencia. Finalmente, en 1997, el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional, aunque ya no cumplía con los objetivos originales de las hermanas Unzué.#InstitutoUnzué #MarDelPlata1911 #ArquitecturaBizantina #LouisFaureDujarric #PatrimonioHistórico #ArchivoVisual #HistoriaArgentina #MonumentoNacional #LaPerla #MemoriaUrbana #mendozantigua
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