En el año "325 DC" el concilio de Nicea determino que el calendario litúrgico se unificara con el civil, allí se determinó que la Pascua debía conmemorarse el domingo siguiente al plenilunio posterior al equinoccio de primavera en el hemisferio norte y de allí fijar el resto de las festividades, ese año la pascua fue el 21 de Marzo. Hacia el año 1582 la pascua se celebraría el 10 de Marzo, el Papa Gregorio decidió investigar el desfasaje y corregirlo, le encargó al jesuita alemán Christopher Clavius esa tarea. El desfase provenía de un inexacto cómputo del número de días con que cuenta el año trópico, según el calendario juliano que instituyó un año bisiesto cada cuatro, consideraba que el año trópico estaba constituido por 365,25 días, mientras que la cifra correcta es de 365,242189, o lo que es lo mismo, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos. Esos más de 11 minutos de atraso en el conteo cada año habían supuesto en los 1257 años que mediaban entre 325 y 1582 un error acumulado de aproximadamente 10 días. En ese año 1582 Italia, España y Portugal comenzaron el cambio, lo curioso es que el mundo tardo 336 años en adecuarse, el último fue Rusia que siguió acumulando el error hasta que el 31 de enero de 1918 se transformó en 14 de Febrero. El disparatado hecho que durante 336 años hubiera países que vivían en distintos días provocó dislates históricos e inexactitudes groseras, los ejércitos en tierras lejanas libraban batallas días antes que sus rivales, reyes que morían en guerras aún no declaradas y la mas curiosa, "La revolución de Octubre" de Rusia, en realidad fue en Noviembre.
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