Su madre, Jesusa Blanca Nieve Iribarne de solo 19 años, lo anotó como Alfredo Iribarne ya que su padre natural no se hizo cargo del niño, instruida pero sin recursos económicos tomó la dura decisión de darlo en adopción. Doraisella Carbajal, empleada en el Consejo del Niño, decidió adoptarlo junto con su esposo, Carlos Durán, esto no implicaba la separación de su madre, que se mantuvo involucrada en la crianza de Alfredo. Cuando su madre biológica formó una nueva familia junto al argentino Nicolás Zitarrosa, Alfredo, ya un adolescente, se fue a vivir con ellos y cambió su apellido. Mientras cursaba en el liceo, desarrolló múltiples oficios, vendedor, mueblero, imprentero, oficinista y locutor, esta última tarea lo llevó a desarrollar su talento como orador, guionista y cantante. En 1954 comenzó a publicar notas en el diario "Marcha", no tardaron en aparecer las poesías y canciones. En 1964, en un viaje por Sudamérica debutó como cantante en Perú cuando su amigo César Duránd le dio minutos de aire radial. Comenzó una impensada gira por Perú, Bolivia, Uruguay y Argentina, culminando en el tradicional Festival de Cosquín. Rápidamente se instaló como un representante de la izquierda folklórica latinoamericana, su voz grave y varonil le dieron el sello propio. Su militancia en la rama izquierdista del Frente Amplio fueron una dura mochila cuando comenzaron a surgir las sucesivas dictaduras latinoamericanas. Exiliado primero en Argentina y luego en España y México lo alejaron de su público por casi 10 años. Luego de la Guerra de Malvinas, se reencontró con los escenarios del Río de La Plata llenando estadios y con una constante presencia en los medios. En Marzo de 1984 pudo regresar a Uruguay donde fue recibido como un héroe, según él, fue el momento mas emocionante de su vida. El 17 de Enero de 1989 sufrió una hemorragia mesentérica que derivó en una peritonitis que le provocaron la muerte.
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