John Hinckley, Jr de 26 oriundo de Oklahoma tenía graves problemas psicológicos, el más notorio era un obsesión por la joven actriz Jodie Foster, a quien enviaba cartas y acosaba. Hinckley confundía la realidad con la ficción, veía varias veces al día la película "Taxi Driver", en ella, el personaje Travis Bickle (Robert DeNiro) protege a una prostituta de 12 años personificada por Foster, en el final de la película, Bickle intenta asesinar a un candidato a Presidente de los EEUU. Hinckley creía que si asesinaba al presidente, en ese entonces Jimmy Carter, lograría impresionar a Foster, para acercarse a ella se inscribió en la Universidad de Yale donde ella estudiaba, le comenzó a enviar cartas contándole su plan, ella horrorizada entregó las cartas a las autoridades de Yale, y estos dieron aviso al departamento de policía de New Haven. Mientras Hinckley lograba evadir a la policía llegó el cambio de presidente, ahora su objetivo era Ronald Reagan, el lugar elegido para asesinarlo fue una conferencia que daría en el Washington Hilton Hotel. Hinckley se acercó al lugar y esperó junto a los periodistas la salida del presidente que se produjo a las 14:30, extrajo de su bolsillo un revólver Röhm RG-14 calibre 22 LR cargado con balas "Devastator 22 LR explosivas" y efectuó al contingente 6 disparos en tan solo 3 segundos. La primera bala dio en la cabeza al Secretario de Prensa James Brady, la segunda en la espalda del policía Thomas Delahanty, la tercera rompió una ventana del edificio de enfrente, la cuarta dio en el abdomen del agente Timothy McCarthy y la quinta golpeó en la ventana de la puerta abierta de la limusina del presidente. La sexta bala, rebotó en la limusina e impactó al presidente en la axila izquierda, golpeó una costilla y se alojó en el pulmón, deteniéndose a solo 2,5 cm del corazón, afortunadamente para los involucrados, ninguna de las 6 balas explotó. El agente Robert Wanko extrajo una Uzi de un maletín mientras el agente Dennis McCarthy se abalanzaba sobre Hinckley, la intención era protegerlo de otros posibles tiradores que quisieran encubrir un complot. Reagan fue llevado al hospital donde se lo operó con éxito para extraerle la bala quedando fuera de peligro, pese a ello en la casa Blanca se produjo un papelón cuando el secretario de estado Alexander Haig y el vice presidente George Herbert Walker Bush se peleaban por asumir interinamente. En el juicio a Hinckley se lo declaró "Demente" incapaz de comprender sus actos y permaneció confinado en una institución psiquiátrica hasta que en Agosto de 2016 fue liberado por considerar que ya no constituye una amenaza para la sociedad.
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