El 7 de marzo a las 23:55, partió de mar del Plata una formación de 13 vagones con 804 pasajeros a bordo. El convoy conocido como el "Luciérnaga" perteneciente a la línea General Roca de Ferrocarriles Argentinos debía llegar a la estación Constitución de Buenos Aires con las primeras luces del día siguiente. En sentido contrario por la vía paralela circulaba un tren de carga con destino a Tandil. 8 kilómetros al sudeste de la estación de Brandsen el carguero sufre un pequeño accidente. Uno de sus vagones cisterna cargado de petrolero tiene una falla en uno de sus ejes y descarrila parcialmente. Ese inconveniente menor hubiera pasado inadvertido de no ser porque una punta del vagón siniestrado quedo sobresaliendo de la formación invadiendo la vía paralela. El Luciérnaga partió desde la estación Jeppener con destino a Brandsen a las 4:20 hs con casi todos sus pasajeros dormidos. Unos minutos después, circulando a casi 120 Km/h en la salida de una curva cercana al puente sobre el río Samborombón el maquinista ve una persona corriendo por la vía agitando un pañuelo blanco. Al pasar a su lado ve que se trataba de un colega, otro maquinista, antes de procesar el hecho ve la formación de carga detenida y la punta del vagón tanque en su carril. El impacto hizo que la locomotora diesel volara hacia el declive del terraplén llevando a todos los vagones al desastre. La abrupta detención del tren hizo que los vagones de pasajeros se montaran unos sobre otros y un par de ellos se incrustaron en el anterior. El saldo fue de 34 muertos y 74 heridos, el hecho que el petróleo derramado no ardiera se tomó como un milagro dentro de la tragedia.
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