👗 En 1966, la moda vivía una revolución, y la minifalda era su estandarte. En ese contexto, surgió la Sociedad Británica para la Protección de las Minifaldas, un grupo de mujeres que se organizó para defender esta prenda como símbolo de liberación femenina y expresión juvenil.

El detonante fue un desfile de Christian Dior en Londres, donde la firma presentó una colección con largos más tradicionales, ignorando la tendencia creciente de las minifaldas. Las manifestantes se apostaron frente al evento con pancartas que decían cosas como “Mini Skirts Forever” y “Support the Mini-Skirt”, como se ve en la imagen que compartiste. La protesta fue pacífica pero contundente, y se convirtió en un momento icónico de la moda y el activismo cultural. La minifalda, popularizada por Mary Quant, no solo rompía con los códigos estéticos, sino que representaba una nueva actitud: autonomía, juventud y rebeldía. En una época marcada por el conservadurismo, su defensa pública fue vista como un acto de empoderamiento. Este episodio muestra cómo la moda puede ser también una forma de protesta y afirmación social.