En los salones y tertulias del siglo XIX, especialmente hacia 1850, el acto de invitar a bailar no era tan directo como hoy. En lugar de acercarse a una dama y ofrecerle el brazo, los caballeros debían avisar al “bastonero”, figura central en la organización del baile. Este personaje, con porte distinguido y bastón en mano, tomaba nota de los pedidos y formaba las parejas, asegurando el orden y la etiqueta del evento.
¿Quién era el bastonero? Un maestro de ceremonias que dirigía el ritmo social del baile. Vestía con elegancia y portaba un bastón simbólico, que podía usarse para marcar el inicio de cada danza. Su rol era coordinar las parejas, evitar conflictos y mantener la armonía del salón. Los caballeros se acercaban al bastonero para anotar su interés por bailar con una dama. El bastonero organizaba las tandas y anunciaba las parejas, muchas veces en voz alta o con gestos ceremoniales. Esta práctica era común en bailes de salón, tertulias patrióticas y danzas como el Pericón, donde el bastonero también dirigía las figuras coreográficas. La figura del bastonero refleja una época donde el protocolo y la formalidad eran esenciales en la vida social. También funcionaba como mediador social, evitando rechazos públicos y facilitando encuentros entre personas de distintos círculos. En danzas grupales como el Pericón, el bastonero tenía incluso voz ejecutiva, marcando cuándo debía comenzar cada figura con el tradicional grito de “¡Aura!”. #Bailes1850 #EtiquetaSocial #Pericón #Bastonero #HistoriaDelBaile #RitualesDelCortejo #Mendozantigua
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