El 16 de Marzo de 1812, el Gobierno Superior Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, a pedido y junto al entonces Teniente Coronel José de San Martín crean el "Regimiento de Granaderos a Caballo", pieza fundamental en las guerras de independencia de Argentina, Chile y Perú.

 La reciente revuelta de Mayo carecía de una organización militar, cuando San Martín se une a la gesta libertadora le solicita a Feliciano Antonio Chiclana, Manuel De Sarratea y Bernardino Rivadavia que redoblen esfuerzos para crear un ejército profesional, estos apoyan la idea y le dan los fondos y un precario marco legal para iniciar el reclutamiento. El regimiento debía ser hiperprofesional y servir de ejemplo para futuros batallones y escuadras a formarse, a su vez debía inspirar confianza y seguridad en la población civil. El estricto método de selección y entrenamiento sumado a las reglas disciplinarias fueron estipuladas por el propio San Martín en el "Código de honor sanmartiniano". San Martín diseñó al Regimiento para funcionar con cuatro escuadrones de tres compañías cada uno, para su uniforme se inspiró en el uniforme del Regimiento de Kalmar sueco. Dentro del código de disciplina las actitudes mas castigadas eran las de cobardía en el campo de batalla, desobedecer una orden de un superior, beber alcohol, manosear una mujer y no socorrer a un compañero herido. El bautismo de fuego llegó el 3 de Febrero de 1813, el combate de San Lorenzo fue la única batalla librada por san Martín en suelo Argentino, con solo 120 hombres y en apenas 15 minutos dio un duro golpe a un regimiento realista que lo doblaba en número logrando la primera victoria en la guerra de emancipación argentina. A partir de 1817 se sumó a las campañas en Chile y Perú siendo un eslabón fundamental para terminar con el dominio español en Sudamérica. Terminadas las gestas libertadoras en el continente, y con solo 120 sobrevivientes de los 1000 originales, por un decreto del Bernardino Rivadavia, el 23 de Abril de 1826 el regimiento se reconvirtió en la escolta presidencial, perdiendo su esencia y objetivos. Cuando en 1880 los restos del Gral. San Martín fueron repatriados, los últimos 7 granaderos originales que aún vivían se presentaron sobre sus caballos y con sus viejos uniformes para escoltarlo hasta su lugar de reposo eterno en la Catedral de Buenos Aires. En 1903, el presidente Roca refundó como Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín para cumplir la tarea de custodia presidencial, para conformarlo reclutó a los mejores hombres de las escuadras de caballería ligera.