martes, 15 de julio de 2025

😲 Uno de los episodios más insólitos del fútbol argentino ocurrió el 16 de julio de 1933, en un partido entre River Plate e Independiente, cuando el árbitro Néstor Roldán fingió un desmayo para evitar ser agredido


El partido se disputaba en el viejo estadio de River, ubicado en Recoleta. River había empatado el encuentro con gol de Pedro Lago, y luego Carlos Peucelle convirtió el 2-1. Roldán anuló el gol por posición adelantada, lo que desató la furia de los jugadores y del público local. Rodeado por futbolistas exaltados, el árbitro se dejó caer al suelo simulando un desmayo. Fue retirado del campo y llevado a los vestuarios. Minutos después, confesó que no le había pasado nada, simplemente lo hizo para evitar una golpiza. Ambos equipos llegaban con campañas similares: River con 10 triunfos, 3 empates y 3 derrotas; Independiente con 10 victorias, 5 empates y 5 caídas. El encuentro era parte del Campeonato de Primera División de ese año. El partido fue suspendido tras el incidente. El gol anulado y el falso desmayo marcaron una jornada que quedó en la historia como una muestra de lo impredecible que puede ser el fútbol argentino. Este episodio es tan teatral que muchos dicen que Roldán merecía un Oscar por su actuación.

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