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En 1901, el mecánico español Celestino Salgado construyó en Buenos Aires el primer automóvil documentado en Argentina, marcando un hito en la historia de la industria nacional. Este vehículo, diseñado para cuatro pasajeros, contaba con un motor a nafta de 6 HP y una autonomía de 12 horas a velocidad constante, y fue encargado por el aristócrata Enrique Anchorena, quien apostó por la fabricación local en lugar de importar un modelo europeo. La construcción del auto demandó tres meses de trabajo artesanal, combinando piezas de origen europeo y nacional. En agosto de ese año, la revista Caras y Caretas lo describió como “elegante de forma, pintado de rojo y tapizado en marroquín color lacre”, destacando su estética refinada y su carácter innovador. El vehículo fue exhibido públicamente y participó en la primera carrera automovilística del país, celebrada en el Hipódromo de Belgrano, aunque en esa ocasión fue adaptado con una caldera de vapor, según relató el periodista Alberto Salotto en Automundo (1966). A pesar de su relevancia, no se conservan planos, fotografías detalladas ni el vehículo original, y su destino final permanece desconocido. La historia de Salgado quedó registrada únicamente en publicaciones de época y en el testimonio de cronistas especializados. Algunos autores lo confunden con Celestino Delgado, aunque la mayoría de las fuentes coinciden en atribuirle la autoría del primer auto argentino. Este episodio revela cómo, en un contexto de escasa infraestructura industrial, la creatividad técnica y el impulso individual lograron abrir camino a la movilidad motorizada en el país, décadas antes de la consolidación de la industria automotriz nacional. #PrimerAutoArgentino #CelestinoSalgado1901 #AutomovilismoHistórico #BuenosAiresSobreRuedas #CarasYCaretas #IndustriaPionera #HipódromoDeBelgrano #ArchivoGeneralDeLaNación #MotorYMemoria #HistoriaDelTransporte #mendozantigua. Crédito Fotográfico: Archivo General de la Nación
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