El 9 de Diciembre de 1898, al sur de Kenia, luego de 8 meses de ser sitiados y atacados por 2 leones, culminaba el calvario de un grupo de obreros ferroviarios que perdieron a 35 compañeros en lo que se recuerda como el incidente de los devoradores de hombres de Tsavo.(EH)

Dentro de las obras británicas del "Lunatic Express" o "Uganda Railway", un ferrocarril que uniría el Gran Valle del Rift (Uganda) con el puerto de Mombasa (Kenia) se encontraba la construcción de un puente sobre el Río Tsavo. Para supervisar la construcción, en Marzo de 1898 llegó hasta la zona el ingeniero y militar británico John Henry Patterson, quien instaló decenas de tiendas a orillas del río donde se albergaban un par de centenares de obreros ingleses y aborígenes locales. Al siguiente día de instalarse comenzaron a ver un par de leonas merodeando las carpas, luego se darían cuenta que se trataba de leones macho sin melena, característicos de Kenia. El tercer día se produjo el primer ataque y la primera víctima, el modus operandi se repitió durante 9 meses, llegaban de noche, rasgaban la tienda, tomaban a un hombre por el cuello, lo mataban y lo arrastraban a la selva para devorarlo. Muchas veces los obreros recuperaban los cuerpos y enterraban, esto dejaba a los leones sin carroña para seguir devorando y se veían obligados a volver a cazar provocando mas muertes. Cuando muchos obreros comenzaron a desertar de la obra Patterson colocó trampas, zanjas y fogatas alrededor del campamento, pero nada los detenía, hizo incursiones para cazarlos pero era imposible dar con ellos. Cuando el número de devorados llegó a 35 Patterson tuvo la oportunidad que había esperado durante 9 meses, el 9 de Diciembre aparecieron cuando aún había luz, con su rifle Martini-Enfield calibre .303 hizo impacto en ambos leones, que huyeron heridos, uno de ellos regresó pocos minutos después y lo pudo rematar. El otro no regresó a atacar pero lo ubicaron unos días después y también lo mataron poniendo fin a la pesadilla. Patterson se llevó a ambos cuerpos a Inglaterra donde los transformó en alfombras que lucía orgulloso, escribió un libro muy exitosos sobre su experiencia llamado "Los devoradores de hombres de Tsavo". En 1935 el Natural Field Museum de Chicago se los compra por 5 mil dólares para transformarlos en un diorama pero Patterson había recortado las pieles haciendo que los taxidermistas no pudieran recrear el verdadero tamaño de los leones.