domingo, 16 de marzo de 2025

Bautismo de Reuque-Curá y su tribu". Museo Roca, Buenos Aires, Argentina. (1883) Neuquén. Argentina. Conquista del Desierto.


Santiago Reuque-Curá (o Renquecurá, según algunas fuentes) fue un destacado cacique mapuche-huilliche del siglo XIX, cuya vida y liderazgo están profundamente ligados a la historia de la resistencia indígena en la región de la Araucanía y el actual territorio de Neuquén, Argentina, durante el avance de los estados argentino y chileno sobre tierras patagónicas. Su figura emerge como una de las últimas expresiones de poder indígena autónomo antes de la consolidación definitiva de la soberanía argentina en la zona, en el contexto de la Campaña del Desierto. Reuque-Curá nació alrededor del año 1800, aunque la fecha exacta es incierta debido a la escasez de registros escritos de la época. Era hijo del cacique huilliche Huentecurá y hermano de dos figuras prominentes: Juan Calfucurá, líder mapuche que dominó las pampas argentinas, y Antonio Namuncurá, padre de Manuel Namuncurá, otro cacique relevante. Esta conexión familiar lo situó en una red de liderazgo indígena que abarcaba amplias regiones a ambos lados de la cordillera de los Andes. Su ascendencia huilliche, un grupo mapuche del sur, lo vinculaba a las tierras entre los ríos Catan Lil y Aluminé, en lo que hoy es el departamento Aluminé de Neuquén. Tras su rendición, Reuque-Curá fue despojado de su autoridad y su pueblo enfrentó la cristianización forzada, como lo evidencia el bautismo masivo de su tribu en Codihue en mayo de 1883. Murió en 1887, en circunstancias poco claras, dejando tras de sí un legado de resistencia y adaptación en un contexto de violencia y transformación. Su derrota simbolizó el cierre de una era para los liderazgos indígenas autónomos en la Patagonia norte. 
Santiago Reuque-Curá fue bautizado, pero este acto ocurrió en el contexto de su sometimiento al Ejército Argentino y no como una decisión voluntaria. Tras su rendición el 5 de diciembre de 1883, él y su tribu fueron llevados al fortín Codihue, donde las fuerzas argentinas, bajo el mando del comandante Ruibal, impusieron medidas de control y asimilación sobre las comunidades indígenas derrotadas. Una de estas medidas fue la cristianización forzada, práctica común durante la Campaña del Desierto para consolidar la dominación cultural y religiosa sobre los pueblos originarios. Documentos históricos y relatos de la época, como los registros fotográficos de Carlos Encina y Evaristo Moreno tomados en mayo de 1883 en Codihue, muestran ceremonias de bautismo masivo realizadas a la tribu de Reuque-Curá poco después de su llegada al fortín, incluso antes de su rendición formal. Estas imágenes capturan a indígenas, incluidos mujeres y niños, siendo bautizados por autoridades militares y religiosas presentes en el lugar. Aunque no hay un registro específico que detalle el bautismo personal de Reuque-Curá con fecha exacta, es razonable inferir que, como líder de su pueblo, también fue sometido a este ritual como parte del proceso de sumisión. El bautismo, en este caso, no reflejó una conversión genuina, sino que fue una imposición simbólica del poder del Estado argentino y la Iglesia Católica sobre los líderes y comunidades indígenas, marcando el fin de su autonomía y el inicio de su integración forzada a la sociedad criolla. Por lo tanto, sí, Reuque-Curá fue bautizado, pero bajo coacción y como parte de las políticas de la época tras su derrota.





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