Ese día, en Westwood, California, se estrenó Starship Troopers (titulada Invasión en Hispanoamérica), una provocadora superproducción dirigida por Paul Verhoeven que combinó acción futurista, crítica política y estética militarizada, convirtiéndose en un clásico de culto. Basada en la novela homónima de Robert A. Heinlein, la película fue producida por TriStar Pictures y Touchstone Pictures, con guion de Edward Neumeier, quien inicialmente trabajó en una historia original hasta que reconoció sus similitudes con la obra de Heinlein y adquirió los derechos. En un futuro distópico, la ciudadanía se obtiene a través del servicio militar. El joven Johnny Rico, interpretado por Casper Van Dien, se alista para seguir a su novia, pero termina enfrentando una guerra brutal contra insectos alienígenas del planeta Klendathu, luego de que un meteoro lanzado por ellos destruye su ciudad natal: Buenos Aires. Verhoeven, conocido por su estilo provocador (Robocop, Total Recall), dejó claro que el mensaje central era: “la guerra nos hace fascistas a todos”. El film muestra un mundo donde la paridad de género ha triunfado, con mujeres en altos rangos militares, duchas mixtas y referencias a figuras como Valentina Tereshkova, primera mujer cosmonauta. El personaje de Rico, originalmente filipino en la novela, fue adaptado como argentino para reforzar el vínculo emocional con la destrucción de Buenos Aires. Su apariencia rubia sugiere descendencia alemana, en alusión a exilios post-Segunda Guerra Mundial. El elenco incluyó a Dina Meyer, Denise Richards, Neil Patrick Harris, Michael Ironside, entre otros. La escena de la ducha mixta fue rodada en un ambiente distendido: Verhoeven se desnudó junto al elenco para romper tensiones. Las imágenes del ataque a Buenos Aires fueron tomadas del incendio de Oakland Hills (1991). El actor Robert David Hall, que interpreta al oficial amputado, realmente no tenía piernas, lo que sorprendió al equipo por la autenticidad del efecto. Los uniformes militares están inspirados en los de las SS alemanas, reforzando la estética totalitaria del film. Muchos decorados interiores fueron reciclados de Total Recall, otra obra de Verhoeven. Aunque recibió críticas mixtas en su estreno, Starship Troopers ganó dos premios internacionales y con el tiempo se consolidó como una obra de culto por su lectura política, estética provocadora y visión anticipada del militarismo digitalizado. #Scroll1997 | #BuenosAiresBajoFuego | #VerhoevenSatírico | #CienciaFicciónConPulso | #StarshipCulto
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