La fundación de Neápolis —la actual Nápoles— es un episodio fascinante que entrelaza migraciones griegas, mitología y urbanismo antiguo en el corazón del Mediterráneo occidental. En torno al 475 a.C., ex habitantes de Cumas y Palepolis (también conocida como Parténope) fundaron Neápolis, que en griego significa “ciudad nueva”, en una pequeña bahía del Mar Tirreno, en lo que hoy es la región de Campania, Italia. Esta fundación se dio en un área estratégica, entre el monte Vesubio y los Campos Flégreos, rica en actividad volcánica y fértil para el desarrollo urbano. La ciudad vieja, Parténope, toma su nombre de una de las sirenas que, según la mitología griega, intentó seducir a Odiseo con su canto. Al fracasar, se arrojó al mar y su cuerpo llegó a la costa donde se fundó la ciudad. Este mito vincula la ciudad con la belleza, la tragedia y el canto, elementos que aún resuenan en la identidad napolitana. Neápolis fue diseñada con traza regular, muros de época samnita, y numerosas villas residenciales que luego serían absorbidas por la cultura romana. Fue un importante centro grecorromano, donde incluso Virgilio escribió parte de sus Geórgicas. En el año 328 a.C., Neápolis fue ocupada por los romanos, convirtiéndose en civitas foederata, es decir, ciudad aliada con autonomía relativa. A lo largo de los siglos, Nápoles mantuvo su carácter cosmopolita y cultural, siendo crisol de influencias griegas, romanas, normandas, españolas y borbónicas. #Neapolis475ac #FundaciónDeNápoles #HistoriaMediterránea #GreciaEnItalia #MarTirreno #CiudadNueva #LegadoGriego #NápolesAntiguo #MemoriaUrbana #CápsulaHistórica #ParténopeMítica #OrígenesDeEuropa #PatrimonioNapolitano
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