Cuando José de San Martín asumió como gobernador intendente de Cuyo en 1814, encontró una región sin tropas organizadas, sin recursos bélicos ni estructura militar capaz de sostener una campaña continental. Pero lo que faltaba en medios, sobraba en convicción. San Martín no vino a administrar: vino a preparar una revolución estratégica. Su visión era clara y audaz: no bastaba con resistir en el territorio; había que quebrar el dominio español desde su retaguardia. Para ello, debía cruzar la cordillera, liberar Chile y avanzar hacia el corazón del poder virreinal en el Perú. Pero ese plan requería algo inédito: un ejército nuevo, profesional, disciplinado y profundamente enraizado en el pueblo. Desde Mendoza, comenzó a construirlo desde cero. No solo reclutó hombres: formó líderes, diseñó programas de instrucción, levantó fábricas de pólvora y armamento, organizó depósitos de alimentos, uniformes y medicinas, y articuló una red logística que involucró a toda la sociedad cuyana. Las familias donaron animales, dinero, tiempo y saberes. Las mujeres cosieron uniformes, curaron heridos y transmitieron mensajes. Los artesanos fundieron cañones, los campesinos cultivaron para la tropa, los jóvenes se alistaron con fervor. Más que una fuerza militar, el Ejército de los Andes fue una obra colectiva, una síntesis de voluntad política, organización civil y estrategia militar. Mendoza se convirtió en un gran cuartel abierto, en un laboratorio de independencia donde cada vecino fue parte del engranaje libertador. San Martín entendió que la guerra no se ganaba solo con fusiles, sino con cohesión social, con sentido de propósito y con una comunidad movilizada. Así nació el Ejército de los Andes: no como una estructura impuesta, sino como una expresión de libertad compartida. #EjércitoDeLosAndes #SanMartín #MendozaHistórica #IndependenciaSudamericana #HistoriaArgentina #CampañaLibertadora #OrganizaciónMilitar #MemoriaColectiva #PatrimonioCuyano #RevoluciónContinental
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domingo, 17 de agosto de 2025
🛡️ Mendoza, taller de libertad: el nacimiento del Ejército de los Andes
Cuando José de San Martín asumió como gobernador intendente de Cuyo en 1814, encontró una región sin tropas organizadas, sin recursos bélicos ni estructura militar capaz de sostener una campaña continental. Pero lo que faltaba en medios, sobraba en convicción. San Martín no vino a administrar: vino a preparar una revolución estratégica. Su visión era clara y audaz: no bastaba con resistir en el territorio; había que quebrar el dominio español desde su retaguardia. Para ello, debía cruzar la cordillera, liberar Chile y avanzar hacia el corazón del poder virreinal en el Perú. Pero ese plan requería algo inédito: un ejército nuevo, profesional, disciplinado y profundamente enraizado en el pueblo. Desde Mendoza, comenzó a construirlo desde cero. No solo reclutó hombres: formó líderes, diseñó programas de instrucción, levantó fábricas de pólvora y armamento, organizó depósitos de alimentos, uniformes y medicinas, y articuló una red logística que involucró a toda la sociedad cuyana. Las familias donaron animales, dinero, tiempo y saberes. Las mujeres cosieron uniformes, curaron heridos y transmitieron mensajes. Los artesanos fundieron cañones, los campesinos cultivaron para la tropa, los jóvenes se alistaron con fervor. Más que una fuerza militar, el Ejército de los Andes fue una obra colectiva, una síntesis de voluntad política, organización civil y estrategia militar. Mendoza se convirtió en un gran cuartel abierto, en un laboratorio de independencia donde cada vecino fue parte del engranaje libertador. San Martín entendió que la guerra no se ganaba solo con fusiles, sino con cohesión social, con sentido de propósito y con una comunidad movilizada. Así nació el Ejército de los Andes: no como una estructura impuesta, sino como una expresión de libertad compartida. #EjércitoDeLosAndes #SanMartín #MendozaHistórica #IndependenciaSudamericana #HistoriaArgentina #CampañaLibertadora #OrganizaciónMilitar #MemoriaColectiva #PatrimonioCuyano #RevoluciónContinental
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