💧 De los diques al “sexto río”: Mendoza y su revolución hídrica entre 1930 y 1970

Tras la crisis de sobreproducción de 1930, que frenó las inversiones en tierras y agua, Mendoza ingresó en una nueva etapa de infraestructura hídrica a partir de los años ’40, impulsada por el crecimiento industrial y el aumento del consumo eléctrico. La creación de la empresa estatal Agua y Energía Eléctrica de la Nación marcó el inicio de una política nacional de regulación fluvial y generación hidroeléctrica que transformó el paisaje productivo de la provincia. En 1947, se construyó el dique El Nihuil sobre el río Atuel, el primero en regularse. Le siguieron el dique Agua del Toro en el río Diamante, y luego Los Reyunos, aguas abajo, completando la regulación de ese sistema. Finalmente, se inauguró el contra embalse Valle Grande, consolidando al sur mendocino como epicentro de agua y energía. Durante los años ’60, Mendoza alcanzó su máxima superficie vitivinícola: más de 250.000 hectáreas de viñedos, acompañada por el auge de la industria del enlatado, que demandó nuevas tierras y recursos hídricos. Con el agua superficial completamente asignada, y gracias a la tecnología de perforación derivada de la industria petrolera, comenzó una etapa de explotación intensiva del agua subterránea. Se realizaron cerca de 20.000 perforaciones, lo que permitió alcanzar un récord histórico: 360.000 hectáreas bajo riego, cifra nunca superada desde entonces. Este proceso fue considerado el último gran esfuerzo hídrico de Mendoza, y el agua subterránea pasó a ser conocida como el “sexto río” provincial, clave para sostener la expansión agrícola y energética. #RevoluciónHídricaMendoza #DiquesYDesarrollo #ElSextoRío #AguaYEnergía #AtuelDiamante #ValleGrande #MendozaProductiva #InfraestructuraHistórica #RiegoYProgreso #MemoriaDelAgua #mendozantigua