En 1924, los aclaradores y filtros de Potrerillos marcaron un hito en la historia del agua en Mendoza: una infraestructura pionera que permitió mejorar la calidad del agua del río y sentó las bases del sistema de potabilización moderno.

La imagen de 1924 muestra los aclaradores y filtros construidos en Potrerillos, una de las primeras obras de infraestructura hídrica de gran escala en Mendoza. Estas instalaciones fueron diseñadas para decantar sedimentos y filtrar impurezas del agua proveniente del río Mendoza, antes de su distribución hacia zonas urbanas y agrícolas. En ese momento, Mendoza enfrentaba desafíos crecientes en el abastecimiento de agua potable, debido al aumento poblacional y la expansión de cultivos. La construcción de estos sistemas de pretratamiento fue impulsada por el Departamento General de Irrigación, que desde fines del siglo XIX venía desarrollando canales, tomas y obras complementarias para garantizar el acceso al agua. Los aclaradores funcionaban como grandes piletas donde el agua se estabilizaba y los sólidos se depositaban por gravedad. Luego, pasaba a los filtros lentos, compuestos por capas de arena y grava que retenían partículas más finas. Este proceso, aunque rudimentario comparado con los estándares actuales, fue revolucionario para la época y permitió reducir enfermedades vinculadas al consumo de agua cruda. Potrerillos, por su ubicación estratégica en la cuenca alta del río Mendoza, fue elegido como punto clave para estas obras. Décadas más tarde, en 2003, se inauguraría el Dique Potrerillos, que consolidó la zona como reserva hídrica, energética y turística. Hoy, los restos de los antiguos aclaradores son parte del paisaje cultural del agua mendocino, testimonio de una época en que la ingeniería y la salud pública comenzaron a caminar juntas. #Potrerillos1924 #AclaradoresHistóricos #AguaYMemoria #InfraestructuraHídrica #MendozaDeÉpoca #RíoMendoza #IngenieríaDelAgua #FiltrosConHistoria #PaisajeCultural #MemoriaHídrica #mendozantigua