sábado, 8 de noviembre de 2025

La Ciudad Perdida de los Césares: El Mito Dorado que Enloqueció a los Conquistadores. (Noviembre de 1528)


En noviembre de 1528, en el Valle de Conlara (actual provincia de San Luis, Argentina), el capitán Francisco César —enviado por Sebastián Gaboto desde el Fuerte Sancti Spíritus— exploró un poblado indígena avanzado y escuchó de náufragos de la expedición de Juan Díaz de Solís (1516) rumores de inmensas riquezas en las sierras andinas. Estos relatos, magnificados por la codicia, dieron origen a la leyenda de la Ciudad de los Césares o Trapalanda, una urbe mítica de oro, plata y eternidad juvenil, supuestamente fundada por españoles huidos del Perú o sobrevivientes de naufragios. La obsesión nació con los primeros viajes: Cristóbal Colón (1492) regresó con muestras de oro indígena, avivando la fiebre europea. Expediciones como las de Fernando de Magallanes (1520) y Juan Díaz de Solís (1516) buscaban oficialmente rutas a las especias, pero en secreto cazaban tesoros. En 1526, Gaboto, atraído por Alejo García y la "Sierra de la Plata", traicionó órdenes reales, fundó Sancti Spíritus (9 de junio de 1527, primer asentamiento español en el Río de la Plata) y lanzó partidas exploratorias. La leyenda se consolidó con la conquista inca de Francisco Pizarro (1533), cuyos tesoros confirmaron rumores. Mapas del siglo XVI (como el de Sansón d'Abbeville, 1556) la ubicaban entre San Luis y la cordillera; en 1703, Guillaume de L'Isle la situaba en los 44°-45° latitud sur. Testimonios como el de Sebastián de Argüello (1540, sobrevivientes de naufragio en el Estrecho de Magallanes que se asentaron con indígenas) o el jesuita Nicolás Mascardi (1670) alimentaron la fantasía de una "Ciudad Encantada" con habitantes inmortales y la Fuente de la Juventud. Fuentes confiables como la Enciclopedia Britannica describen Trapalanda como un mito patagónico similar a El Dorado, inspirado en contactos reales con culturas andinas ricas en metales. El Archivo General de Indias (Sevilla) documenta expediciones fallidas, y estudios de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) confirman que relatos indígenas sobre "Linlín" o "La Sal" (salinas mendocinas) se distorsionaron con influencias mapuches ("trapal" = totora en zonas pantanosas).A pesar de búsquedas por Simón de Alcazaba (1535, muerto en motín), Jerónimo Luis de Cabrera (1573) y otros hasta el siglo XVIII, nunca se halló. La leyenda perduró dos siglos, atrayendo aventureros que hallaron solo muerte o desilusión en la vasta Patagonia.#CiudadCesares #MitoPatagonico #TesoroPerdido #ConquistaDorada


No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...