lunes, 21 de diciembre de 2020

'Vayamos a por Miami'

Como se explica que un imperio como el español que a finales del siglo XVIII dominaba más de 20 millones de kilómetros cuadrados, hoy solo conserve 2,5% de ese territorio?. Para tomar dimensión de lo que abarcaban los dominios de Carlos IV, salvo una franja de la costa este, el actual territorio de los EEUU era casi en su totalidad una colonia española. De donde creen que provienen todos los nombres latinos de las ciudades desde 'Boca Ratón' hasta 'Sacramento'. Pero pongamos los ojos en 'Key Biscayne', esa hermosa playa del sur de Miami. Si ponemos el nombre en la máquina del tiempo se convertirá en 'Cayo Vizcaíno', después en 'Bahía Vizcaya' para terminar en el 'Nuevo País Vasco'. Y porque elijo este ejemplo, porque la historia de como España pierde la península de Florida es un resumen del desmoronamiento de su imperio. La relación ya arrancó mal cuando Colón iba derechito a toparse con las costas de la actual Miami. Un motín lo obligó a desviarse al sudoeste y se encontró con las Bahamas. Juan Ponce de León descubrió la península el día de la Pascua de Resurrección del año 1513. Como en el hemisferio norte es primavera también se la conoce como la 'Pascua Florida', de allí el nombre 'Península de la Florida'. Los españoles no tuvieron que desenvainar ninguna espada para eliminar a las tribus Tequesta y Mayaimi (Miami), les dieron la mano y le contagiaron la viruela. Estas nuevas tierras pasaron a ser muy codiciadas, con Portugal afuera por el tratado de Tordecillas, España tenía ocuparse de mantener a raya a Francia e Inglaterra. Y lo venía haciendo bastante bien pero cuando la colonia inglesa se independiza y nacen los EEUU se relajaron demasiado. A principios del siglo XIX España estaba para el cachetazo. Tenía al ejército napoleónico ocupándole las principales ciudades, a los franceses de visita en la Polinesia, a los portugueses de excursión por el Amazonas y una pila de revueltas en los Virreynatos de Sudamérica. Justo cuando le pegaron un golpe en la punta del tablero y le volaron todas las fichas por el aire, el ministro plenipotenciario de España en Washington, Luis de Onís, le avisa que EEUU iba por 'La Florida'. Tenían problemas más serios y al pobre Luis lo dejaron solo. El 22 de Febrero de 1819, el secretario de Estado estadounidense John Quincy Adams rodeado de algunos maleantes lo sentaron a Don Luis en un banquito petiso y lo 'convencieron' de firmar la cesión de 'La Florida'. Eso sí, prometieron pagar cinco millones de pesos fuertes, adivinen cuanto de ese dinero entró en las arcas españolas. Exacto, 'cero'. Los yankees se olvidaron del 'Tratado Adams-Onís' y se quedaron con el dinero como compensación por 'daños a los intereses estadounidenses en la región', unos piolas bárbaros. España se consolaba pensando, todavía nos queda Colorado, Texas, Utah, Nuevo México, California, Arizona, Wyoming y Nevada. Pero en menos que canta un gallo se consolida la independencia mexicana y se tuvieron que ir con lo puesto. 

Fuente: Pequeñas Piezas de la Historia

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